(Agencias/InfoCatólica) La base de las acusaciones estriba en las declaraciones de un musulmán que aseguró que el acusado había insultado al profeta Mahoma hace un año en la ciudad de Lahore. La ley no requiere que el denunciante presente pruebas y no existe multas en caso de que las acusaciones sean falsas.
Tras conocerse los presuntos comentarios blasfemos de Masih, más de 3.000 musulmanes arrasaron el barrio cristiano de Joseph Colony, incendiando unas 160 casas, 18 tiendas y dos pequeñas iglesias.
«Vamos a apelar la sentencia en la Corte Suprema de Lahore», dijo Neem Shakir, uno de los abogados de Masih, tras conocerse la sentencia.
El miedo es tal que incluso los jueces pueden negarse a escuchar las pruebas, por miedo a que repetir las declaraciones también pueda ser constitutivo de blasfemia. También se han dado casos de jueces atacados por dictar sentencias absolutorias.
Pakistán todavía no ha ejecutado a ninguna persona por blasfemia, aunque hay al menos 16 personas condenadas a muerte por este delito y unas 20 cumplen cadena perpetua. Desde 1990, al menos 52 personas han sido linchadas por ofender al Islam, según un informe difundido en 2012 por el Centro para la Investigación y los Estudios de Seguridad.