(VI/InfoCatólica) «Para la Iglesia católica –escribe Biernacki– es insólito hablar de la situación política de un país, pero, al ser ciudadano ucranio y obispo de la diócesis que incluye Crimea, no puedo permanecer en silencio en relación con la invación rusa a nuestro país. Crimea era un lugar en el que personas de muchas naciones diferentes estaban acostumbradas a vivir en paz y en armonía. Ahora se ha convertido en un lugar de odio nacional y de conflictos».
Mons. Biernacki recuerda la guerra en Transnistria (1992) y la guerra en contra de Georgia (2008). «El ejército ruso invadió Crimea –añadió–, y la Unión Europea y los Estados Unidos se declararon profundamente preocupados y advirtieron a Putin. El mundo habla, critica a Rusia y ha hecho exactamente lo que esperaba Putin, es decir nada. Esta falta de reacción se parece peligrosamente a la historia de 1933 a 1939, cuando una falta de reacción semejante provocó la Segunda Guerra Mundial».
«Como obispo de la diócesis de Odessa-Simferopoli, pido a los gobiernos de los países de todo el mundo que hagan todo lo necesario para detener a la Rusia de Putin antes de que sea demasiado tarde para todo el mundo», concluyó.