(Ángeles López/El Mundo) Las enfermedades mitocondriales, que se dan en uno de cada 5.000-10.000 nacidos, se producen por un defecto en la mitocondria materna. Para evitar esa herencia, la técnica utiliza un óvulo de donante, al que se traspasa toda la información genética materna, con la excepción de la mitocondria defectuosa; el nuevo óvulo resultante se fecunda posteriormente con esperma del padre. De esta manera, el bebé resultante de esta técnica, tendría unos 20.000 genes heredados de sus padres y los 37 genes de la mitocondria de la mujer donante.
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