(HO) Dylan, mantiene abierto su blog titulado Iver, el nombre que su esposa y él pensaron para su hijo, a través del cual ha ido relatando la impresionante historia. «Por un lado, no puedo esperar para reunirme con mi hijo e intentar darle la mejor vida posible e intentar ser el mejor padre para él. Por otra parte, sé que el día que nazca, será el día que tendrá que decir adiós a Robyn», había escrito.
«El sábado por la noche nació mi hermoso y asombroso hijo, Iver Cohen Benson» escribía Dylan, al informar este lunes sobre el nacimiento de su hijo en un hospital de Victoria (Columbia Británica, al oeste de Canadá) el pasado sábado, 8 de febrero. «Iver está bien y es la persona más linda que he conocido. Como era de esperar, aún nos espera un viaje lleno de baches para él y para mí, mientras continúa creciendo bajo el cuidado del maravilloso personal del hospital», agregaba.
Conmoción internacional
El caso de esta familia ha conmovido al mundo, empezando por la comunidad médica. Empezó a conocerse en Canadá, donde se desató una ola de solidaridad a principios de mes, cuando este canadiense de 32 años decidió dar a conocer su situación y lanzó un pedido de donaciones en un blog. Rápidamente el conocimiento del caso traspasaba fronteras.
Dylan narraba que su esposa Robyn Benson, de su misma edad, había sufrido una hemorragia cerebral el 21 de diciembre, cuando llevaba 22 semanas de embarazo. La mujer fue mantenida en estado de coma, por petición de su marido hasta que pudiera nacer el bebé, en la unidad de cuidados intensivos del hospital de Victoria. En un principio, los médicos querían mantener las funciones vitales de Robyn Benson hasta la semana 34 de embarazo antes de proceder a la cesárea. Pero finalmente, el bebé nació la noche del sábado después de 28 semanas de gestación. Se encuentra en perfecto estado de salud, aunque por su gran prematuridad sigue bajo cuidados hospitalarios. El domingo, tras el nacimiento la noche anterior del pequeño Iver, Robyn fue desconectada.
Solidaridad
Dylan Benson publicó una foto donde se le puede ver en la sala de cuidados intensivos con un frágil bebé en sus brazos. En ese último post titulado «Inmensamente triste, pero muy orgulloso», anunció el nacimiento de su hijo y la muerte de su esposa: «El domingo, lamentablemente tuvimos que decirle adiós a la mujer más fuerte y más maravillosa que he conocido. Extraño a Robyn más de lo que las palabras pueden decir. No podría estar más impresionado por su fuerza y me siento muy afortunado de haberla conocido. Ella vivirá por siempre en Iver y en mi corazón», escribió.
El martes, las donaciones ascendían a más de 152.000 dólares. La suma se disparó literalmente la semana pasada y el objetivo inicial de 32.000 dólares se alcanzó en unas pocas horas. La convocatoria para recaudar fondos, abierta por 81 días, le permitirá a Dylan Benson no trabajar en los próximos meses para cuidar al bebé. «Decidí tomar licencia sin goce de sueldo. Tengo tanto que hacer que simplemente no puedo concentrarme en mi trabajo», escribió este apasionado del hockey sobre hielo y fan del club de los Canucks de Vancouver.
Otro desenlace trágico, frente al criterio médico
Se da la circunstancia de que semanas atrás, trascendió otro caso. Tras dos meses de peticiones por parte de su familia, el hospital John Peter Smith de Fort Worth, en Texas (Estados Unidos), procedió a desconectar el respirador artificial a Marlise Muñoz, una embarazada de 33 años con muerte cerebral, en respuesta a una resolución judicial. Frente al criterio médico, y cuando los profesionales abogaban por darle una oportunidad al bebé. El caso canadiense confirma que es posible.
Marlise fue declarada clínicamente muerta el 28 de noviembre con un embarazo de 14 semanas, tras haber sufrido una embolia pulmonar. La familia de Muñoz llevó el caso ante la Justicia y el juez R.H. Wallace les dio la razón: el hospital debía desconectar el cuerpo del respirador porque consideraba que el no nacido no estaba en condiciones para sobrevivir.