(Aica) Ante el incremento del fenómeno en su territorio diocesano, Mons. Maletti manifestó que es «doloroso y preocupante» el ataque a la integridad personal, física y espiritual, al que se somete a niños, niñas y adolescentes, y llamó a elevar oraciones por todos los actores que tienen que obrar con responsabilidad ante estos casos: funcionarios judiciales, fuerzas de seguridad, autoridades y profesionales.
Monseñor Maletti recordó palabras del papa Francisco, quien el 12 de diciembre pasado aseguró que la trata de personas «es un crimen contra la humanidad», que necesita «una toma de responsabilidad común y una voluntad política más fuerte para vencer en este frente».
El obispo también llamó a pedir a Dios por las víctimas del tráfico y la trata de personas, del abuso infantil, de la explotación sexual y de las adicciones. «Estas realidades existen en nuestro país y nos avergüenzan», sentenció.