(Fides) «Durante meses y meses», explica Anba Kyrillos «familias y comunidades coptas enteras en Assiut y en la provincia, vivían en la angustia. Los secuestros estaban a la orden del día. Recientemente, también fue secuestrado el hermano de uno de nuestros sacerdotes, que es un farmacéutico. Los autores de estos crímenes eran conocidos por todos, pero cuando los coptos reclamaban y les denunciaban a las fuerzas de seguridad, no sucedía nada. Ahora se sabe que han cambiado al comandante de la policía de la provincia. Es posible que esta medida repentina sea una señal contra la inacción de la policía que hasta el momento había favorecido la impunidad de la conducta criminal».
Clanes familiares fueron extorsionados
Las operaciones policiales han sido realizadas, en particular, en algunos de los pueblos a lo largo de las orillas del Nilo, donde en los últimos meses clanes familiares coptos enteros habían tenido que pagar «en prevención» sumas de dinero bajo la amenaza de represalias violentas.