(Efe/InfoCatólica) Esta situación ha generado «una corrupción que es increíble», acompañada de una gran «impunidad» y ha ahondado la «desigualdad» que fractura al subcontinente, «uno de los mayores problemas» de Iberoamérica.
«Esto lleva a la tentación de otro tipo de liderazgo», argumentó Rodríguez Madariaga y puso como ejemplo a Venezuela, un sistema que también «es un gran fracaso» ya que, a su juicio, es tan sólo «la misma corrupción con otra cara».
Primavera Latinoamericana
«¿Cuándo vendrá la Primavera Latinoamericana?», se preguntó el cardenal hondureño haciendo un paralelismo con lo sucedido en las revoluciones que arrancaron en 2011 el mundo árabe.
En su opinión, las protestas masivas del año pasado en Brasil no suponen el arranque de esa «Primavera Latinoamericana», ya que «tras la violencia» no ha surgido nada.
El cardenal señaló asimismo que los Objetivos de Desarrollo del Milenio, las ocho áreas -pobreza, salud, educación y género, entre ellas- en las que la comunidad internacional se comprometió a introducir mejoras sustanciales entre 2000 y 2015 «no se han conseguido».
«No se ha logrado reducir la pobreza a la mitad ni que la educación llegue a todo el mundo», zanjó el prelado salesiano.
No basta con fijar objetivos
El cardenal apuntó a este respecto que «es bonito fijar objetivos», pero que después los gobiernos no se han implicado.
«Se habla muy poco en América Latina de los objetivos del milenio. Los gobiernos no lo hacen porque sería una fuente de frustración», añadió.
A su juicio, la solución pasa por un «cambio del modelo de desarrollo», ya que la «globalización ha sido un fracaso» que no ha servido para mejorar la vida de los millones de personas que viven en la pobreza.
La globalización ha sido un fracaso
«La globalización ha sido un fracaso. Lo único que se ha globalizado es el mercado. La globalización es una máscara para un monopolio escondido», indicó Rodríguez Madariaga, que considera que el sector bancario global y los medios de comunicación están «en muy pocas manos».