(El Mundo/InfoCatólica) El arzobispo señaló que «el Gobierno se cierra a dialogar y a abrir las puertas de las cárceles para dar la libertad a tantos presos políticos que existen a través de una Ley de Amnistía. Eso, lamentablemente es desconocer la historia. Ellos fueron liberados totalmente de sus culpas por una actitud voluntaria y decidida del Presidente de la República de la época, el doctor Rafael Caldera».
Mons. Lückert destacó que entre los beneficios que obtuvieron quienes están hoy en el poder, fue que se les borrara todo para que no quedaran con cuentas pendientes con la justicia. «El Presidente Caldera fue muy generoso con ese grupo de golpistas que intentaron por la vía de la violencia tomar el poder en 1992».
Fueron indultados pero no indultan
«Si ellos gozaron de este generoso indulto o sobreseimiento por la vía del Ejecutivo nacional, ¿qué tiene de particular que demuestren un gesto de generosidad, convivencia pacífica con los venezolanos y de inclusión de muchos que están en las cárceles o en el exilio, producto de adversar políticamente a este gobierno, abriendo sus corazones para perdonar?», se preguntó.
El prelado recordó que el año nuevo comienza el 1 de enero, fecha que consagra la Iglesia como el día de la paz y donde el Santo Padre envía un documento a fin de que se reflexione sobre el aporte que los cristianos pueden dar a la paz. «Si ese día es el de la paz, y esta supone amor, que también supone justicia, es el momento idóneo para que nuestro gobierno abra su corazón y recuerde que quienes lo integran fueron indultados, se les perdonó y llegaron a ser gobierno. Es tiempo de dejar la retaliación vengativa contra aquellos que los han adversado en estos 15 años que llevan en el Gobierno».
Exigencia
«Como Arzobispo de Coro, no sólo les pido, sino que les exijo como venezolano que soy, que por favor entiendan que el Gobierno debe tener una gran base de amor y comprensión. No podemos seguir castigando ni excluyendo. Todos somos venezolanos y todos tenemos algo que aportar al país, tanto los que son dóciles como los que son díscolos al gobierno, que es justamente la mitad del país», apuntó.
Por último, hizo un llamamiento para que 2014 pueda ser el inicio del camino a la paz, la reconciliación y el diálogo, «Donde los grandes protagonistas sean los que gobiernan a Venezuela. Es la acción que producirá el cambio en un país víctima de la inseguridad personal y judicial como nunca antes en su historia».