(Reuters/InfoCatólica) «Ha sido un año políticamente muy agitado, con aspectos positivos y negativos», comenta el cardenal en entrevista con El Universal .
Para el arzobispo de Caracas, el diálogo Gobierno-Iglesia es una parte, «pero el panorama sociopolítico y económico de Venezuela exige que haya un diálogo mucho más profundo, directo, continúo y efectivo entre todos los sectores de la sociedad. Por supuesto en este campo juega un papel muy importante la actitud que tenga el Gobierno. Sería una soberbia absurda pensar que un solo sector va a resolver los problemas».
Si bien saludó la nueva actitud del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, de llamar a la oposición a dialogar, advierte que «el diálogo se debe concretar en acciones, pero esas acciones deben estar en sintonía con la Constitución, porque los venezolanos solemos ser poco atentos al marco legal, lo cual es un gravísimo error . El Gobierno es el primero que está obligado a cumplir y hacer cumplir la Constitución. Y nosotros debemos estar muy atentos a esto».
Para el prelado, Venezuela vive en una línea de exclusión. «El que no piensa como yo... en una especie de apartheid político, no podemos seguir . En estos días que tanto se ha hablado de Nelson Mandela debido a su fallecimiento, sería bueno que todos revisáramos su vida y aprendiéramos de su legado».