(Agencias) Aliojina habría cumplido su pena en marzo próximo. La otra miembro detenida de la banda, Nadeshda Tolokonnikova, de 24 años, también ha salido en libertad este lunes. El campo de detención de Nishni Novgorod se encuentra en la región siberiana de Krasnoyarsk, a unos 4.000 kilómetros de Moscú.
Hace dos semanas el Tribunal Supremo de Rusia había declarado que existían irregularidades en la sentencia que condenó a dos años de prisión por gamberrismo motivado por odio religioso a dos integrantes del grupo punk Pussy Riot. El alto tribunal ruso señalaba en su resolución de casación, dictada a menos de tres meses para que las dos jóvenes cumplieran la pena íntegra que les impuso un juzgado de Moscú, que había motivo suficiente para modificar o suspender la condena. En todo caso, la resolución de casación coincidía con la amnistía general, a punto de ser aprobada por el Parlamento con ocasión del 20 aniversario de la Constitución de este país.
El primer ministro ruso, Dmitri Medvédev, pidió en noviembre de 2012 la liberación de las dos integrantes del grupo punk Pussy Riot que fueron condenadas a dos años de cárcel por su plegaria punk en la principal catedral ortodoxa del país. Para Medvédev la reclusión en prisión preventiva durante varios meses fue castigo suficiente para pensar «sus tonterías y otras razones».
Ésta no era la postura del presidente ruso, Vladímir Putin, quien a principios de octubre de ese año calificó de justa la sentencia de cárcel: «En realidad fue bueno que fueron arrestadas y fue buena la decisión que tomó el tribunal. Las llevaron al tribunal, les metieron un par de años. Han recibido lo que querían. No se puede hacer tambalear las bases de la moral (...) ¿Qué nos quedaría entonces?», dijo Putin en una entrevista por la televisión.
La Iglesia Ortodoxa Rusa (IOR) había pedido en 2012 a la Justicia rusa clemencia con las tres condenadas integrantes del grupo punk Pussy Riot si mostraban arrepentimiento por haber cantado en la catedral de Cristo Salvador de Moscú. No obstante, en febrero de 2013, el Primado de la Iglesia Ortodoxa Rusa, Kirill I, reiteró que el perdón sin arrepentimiento de las integrantes del grupo Pussy Riot puede hacer creer que todo está permitido. «Los órganos judiciales calificaron de crimen la famosa acción sacrílega en la catedral del Cristo Salvador. La Iglesia, solidaria con todos los pecadores, pidió al Estado misericordia para los condenados. Pero hay que recordar que el perdón es más efectivo si va unido al arrepentimiento», dijo.
