(Fides) «El golpe de estado ha fracasado en Juba, pero sus organizadores han conseguido huir de la capital. Ahora el peligro es que estos líderes que también tienen una influencia en el ejército, sean capaces de levantar la revuelta en otras zonas del país, especialmente aquellas de las que procedan. Por desgracia, el aspecto tribal sigue contando mucho. El peligro es real, sobre todo en el Alto Nilo», dice nuestra fuente.
«Según la información que hemos recibido en Bor, capital del estado de Jonglei, actualmente se están produciendo revueltas», añade.
Conflicto complejo
«Para comprender la compleja dinámica de la situación hay que tener en cuenta que el actual presidente Salva Kiir es un Dinka de la zona de Bar al-Ghazal, mientras que John Garang (el líder histórico de Sudán del Sur, que sentó las bases de la independencia del país de Sudán, que murió en un accidente de helicóptero en 2005, ed.), también era un Dinka pero de la zona de Bor, donde ahora hay disturbios», explica nuestro interlocutor. «La población Dinka de Jonglei nunca a aceptado del todo a Kiir como Presidente. Mientras que Riek Machar, el Vice Presidente, obligado a dimitir en julio, es un Nuer, la segunda etnia de Sudán del Sur. Y según se dice, ha sido Machar quién habría organizado el golpe de estado fracasado, con la ayuda de algunas tribu minoritarias, o incluso de la parte de los Dinka de la que provenía John Garang».
«Desafortunadamente en este escenario no parece que el bien de la nación esté `puesto en primer lugar. Esperamos y oramos para que todos aquellos que tienen responsabilidades políticas y militares en este País trabajen por el bien de la nación, poniendo a un lado, si es el caso, sus ambiciones personales» concluye la fuente de Fides.