(Gaudium Press/InfoCatólica) «Creo que la decisión del Tribunal es una prueba más que habla sobre el respeto de los polacos a la Cruz», comentó sobre el hecho el Obispo de Radom, Mons. Henryk Tomasik. El prelado, durante una entrevista radial divulgada por la agencia KAI, declaró que la señal de la cruz está presente en numerosas expresiones culturales, como en las carreteras y las tumbas de muchas personas de los más diversos orígenes.
El obispo también destacó que el fallo es beneficioso para poner fin a los debates sobre la presencia de símbolos religiosos en los lugares e instituciones públicos del país. «Es importante que las personas no creyentes reconozcan los derechos de los creyentes de profesar públicamente la fe», afirmó Mons. Tomasik. En Polonia, más del 90 por ciento de la población profesa la fe católica.
La presencia del crucifijo en el Parlamento tiene un significado adicional para Polonia, ya que durante el dominio comunista de la Unión Soviética, la libertad religiosa de los polacos fue severamente restringida. El retorno de la Cruz a las instituciones públicas representa el regreso de la identidad polaca, marcadamente cristiana, a la determinación del rumbo de la sociedad.