(Cruz de San Andrés/InfoCatólica) Como ha dicho Mons. Carlos Osoro: «Ningún cristiano puede defender que el aborto no es un crimen». «Es de las cosas más graves que pueden existir en este mundo»
Invitamos a participar en la marcha del próximo 28 de Diciembre a todos los lectores, a las órdenes religiosas, parroquias, agrupaciones juveniles y todos aquellos que se sientan con el deber de defender la vida.
Demostremos a la sociedad y a nuestros dirigentes, que el derecho a la vida no es negociable y que ninguna reforma podrá ser apoyada. Éstas seguirán amparando las prácticas inhumanas y antisociales, aunque se realicen con menor frecuencia.
Manifiesto 25V de noviembre de 2013
España navega en un satánico río de sangre inocente... hacia su autodestrucción
Hace muchos años me comentaba un amigo que algunos teólogos consideraban que el nazismo en Alemania fue un caso de posesión diabólica de todo un pueblo, solo posible por el alto grado de apostasía alcanzado. Solo así se explica la escasa oposición interna que surgió contra Hitler y contra sus deshumanizadores crímenes raciales.
En la misma línea, los principales padres de la Iglesia visigoda española consideraban que la caída de su mundo y la llegada al mismo del terror islámico, solo fue posible como castigo por la deshumanizadora costumbre de sus príncipes de asesinar a sus propios reyes o pretendientes para así alcanzar el trono ellos, y aun más por la sodomía que tan escandalosamente practicaban y consentían abiertamente, entre las élites visigodas.
Nuestra sociedad, tan lejana a lo divino que ha dejado de ser humana hasta el punto de volverse bestial de puro egoísmo (pues nada más bestial puede haber, que el hacer leyes para amparar y proteger el cruento asesinato de nuestros propios hijos), es casi tan apóstata como lo era la Alemania nazi, es más homosexualista de lo que lo fuera la España visigoda y es, por supuesto, mucho más asesina de lo que lo fueran los visigodos… y no mucho menos que la Alemania Nacional Socialista.
Si el nazismo y el Islam fueron azotes de Dios y consecuencia de la apostasía, de la sodomía, por los regicidios, por la exaltación del poder del estado para el sometimiento del individuo y/o muy especialmente, por las deshumanizadoras leyes que condenan a los inocentes al exterminio sin tan siquiera darles la posibilidad de lanzar un grito en su defensa, nuestra sociedad es más corrupta que aquellas y prácticamente tan asesina para los inocentes como la que más.
La España democrática, sodomita y asesina para con sus hijos más inocentes, nada en un oscuro caldo de maldad diabólica. Es una sociedad que ha dado la espalda a la Verdad y al Amor, para centrarse en puros egoísmos subjetivos, que no se detienen ante la sangre del inocente.
Anonadada y ciega, la sociedad española camina hacia su autodestrucción, navegando en un río de sangre inocente que nos arroja a las cataratas egocéntricas de lo satánico.
Paremos el aborto... Amemos a nuestros hijos.