(Agencias/InfoCatólica) Las autoridades texanas pidieron el pasado martes al tribunal de apelaciones la suspensión cuanto antes del dictamen del juez federal, Lee Yeakel.
Un panel de tres jueces de la Corte Federal de Apelaciones ha dictaminado que la decisión de Yeakel carecía de razonamientos jurídicos válidos.
Derecho de los estados a regular la actuación médica ante el aborto
La sentencia de la Corte afirma que el dictamen de Yeakel «está a un paso de repudiar lo que desde hace tiempo la Suprema Corte de Justicia reconoce, en el sentido de que un estado debe constitucionalmente requerir que sólo un médico pueda realizar un aborto».
El panel de la Corte Federal de Apelaciones también indica que la disposición de la ley no «impone un obstáculo sustancial para los abortos».
El fallo de la Corte Federal de Apelaciones podría obligar a cuando menos 12 de las 42 clínicas de aborto que operan en Texas a suspender esta práctica desde este mismo viernes, al no reunir los requisitos que exige la nueva ley.
El gobernador, feliz con la sentencia
«La decisión de hoy reafirma nuestro derecho a proteger tanto a los niños por nacer y la salud de las mujeres de Texas» , dijo el gobernador de Texas, Rick Perry, en una declaración escrita emitida esta noche.
«Vamos a seguir haciendo todo lo posible para proteger una cultura de la vida en nuestro estado», añadió.
La decisión de la Corte es una «reivindicación de la deliberación cuidadosa por parte de la Legislatura de Texas para elaborar una ley para proteger la salud y seguridad de las mujeres de Texas», indicó a su vez la portavoz de la fiscalía general del estado, Lauren Bean.
En un comunicado, Cecile Richards, presidenta de Planned Parenthood Federation of América, del lbbby abortista. dijo que la batalla legal continuará. «Esta restricción viola claramente los derechos constitucionales de las mujeres de Texas», aseguró y advirtió que «vamos a tomar todas las medidas que podamos para proteger la salud de las mujeres del estado por esta decisión».
La ley establece restricciones al aborto, consideradas entre las más severas del país, al prohibir abortos después de 20 semanas de gestación, y obligar a las clínicas a realizar fuertes inversiones para convertirse en centros de cirugía ambulatoria.
La iniciativa también restringe el uso de la píldora abortiva RU486 y exige a los médicos que realizan abortos el contar con privilegios de admisión en un hospital dentro de los 50 kilómetros del área donde practican.
La ley fue promulgada en junio pasado por el gobernador Perry, después de que convocara a la legislatura estatal a dos sesiones especiales con el específico propósito de aprobar el texto legal tras una dura oposición de los demócratas y de grupos proabortistas.