(Fides) «El problema de muchos medios de comunicación», ha precisado el obispo sirio, «es que realmente no reflejan una imagen fiel de la situación. La primavera árabe fue retratada como un empujón decisivo hacia la libertad y la democracia, pero los resultados efectivos en Libia, Egipto y Yemen, por ejemplo, han demostrado lo contrario».
La región de Latakia en el norte de Siria, se ha visto hasta ahora, a salvo del conflicto. En el territorio los cristianos siguen conviviendo pacíficamente con los alauitas. Según el obispo Sleiman, la única manera de salir del conflicto es aumentar la presión internacional para conseguir «un diálogo entre el régimen y los elementos moderados de la oposición».
Los principales actores internacionales tienen que forzar a las distintas partes «a sentarse en la mesa de las negociaciones», considerando que «el gran desafío es el fanatismo religioso» y que ahora «los rebeldes moderados y los islamitas han empezado a luchar unos contra otros».