(La Razón) El acto fue inaugurado por Isaac Querub, presidente de la Federación de Comunidades Judías de España, y el presidente de la Conferencia Episcopal Española, el cardenal Antonio María Rouco Varela. En él intervinieron el representante de la Comisión de la Santa Sede para las Relaciones con los Judíos, el cardenal Kurt Koch, y la representante del Comité Internacional Judío de Asuntos Interreligiosos, Betty Ehrenberg.
El acto contó, además, con la asistencia de Ángel Llorente Fernández de la Reguera, en representación del Ministerio de Justicia. En esta ceremonia de bienvenida, el presidente de la Federación de Comunidades Judías de España reivindicó la declaración «Nostra aetate», que por primera vez repudiaba oficialmente el error histórico del llamado «Deicidio» y cuya intención es subrayar los aspectos comunes que invitan a la mutua colaboración entre judíos y cristianos. Está considerada la brújula del diálogo interreligioso.
De esta manera, Querub destacó la contribución a la citada declaración de los pontífices Juan XXIII o Juan Pablo II, entre otros, y el impulso dado por el Papa Francisco. Habló también sobre todo lo que une a las comunidades católica y judía y recordó el importante esfuerzo que han de hacer juntas en materia educativa.
Quieren la Basílica Santa María la Blanca
Querub aprovechó asimismo este encuentro para formular una petición al cardenal Rouco Varela: «¿Qué mayor acto de generosidad y reconciliación que la entrega de la Basílica Santa María la Blanca, que fue la sinagoga Mayor de Toledo, como símbolo del reencuentro entre judíos y cristianos?» y expresó su deseo de «proyectar y analizar el pasado en función de nuestro futuro». Este encuentro, estructurado en cinco sesiones, se prolongará hasta el miércoles.
El cardenal Rouco Varela subrayó que este encuentro constituye un «ámbito privilegiado para experimentar el vínculo tan especial que nos une» y mostró su preocupación por la «increencia tan extendida en nuestra sociedad», algo que no se puede «infravalorar». Por su parte, el cardenal Kurt Koch destacó que el actual Pontífice «conoce muy bien a la comunidad judía», por lo que busca un «acercamiento» con los católicos.