El obispo auxiliar de Ayacucho niega haber cometido abusos y dice no saber quién le acusa

Algo no me cuadra. "Sanción desproporcionada" y "Desconozco la época en la cual se cometieron los supuestos delitos". Si lo segundo es cierto lo primero no tiene sentido. No habría que hablar de desproporción sino de injusticia. Pareciera que implícitamente "algo" reconoce.

A mí siempre me sorprende cuando hay una destitución en un caso como este, pero creo que es lo correcto: es una buena medida para acallar el ruido mediático que se provoca por una acusación, tenga o no fundamento.

Ahora corresponde a Mons. Miranda tener paciencia. Si lo que él dice es cierto -y creo es que es muy posible que lo sea- la verdad saldrá a la luz, sin contaminación. Si las acusaciones fueran ciertas -poco probable, pero posible- la medida fue correcta y él no tendrá que sufrir la condena pública por encima de la privada.

Al final, todo es bueno para el que es bueno. Incluso las injusticias, si las hubiera.

Me parece que hay que tener tres cosas claras:
1. Quien es competente para comunicar un cese definitivo es la Santa Sede. No la Conferencia Episcopal del Perú y menos un obispo por su cuenta y riesgo.
2. No lo sé, pero el hecho de que no haya sido publicado por el Vaticano, que el arzobispado de Ayacucho no sepan siquiera de qué se le acusa, etc. me indican que el procedimiento está abierto pero no terminado. Lo que pasa es que alguien se ha adelantado a publicarlo antes de tiempo.
3. Como no sabemos de qué se le acusa, todo lo que podemos hacer son especulaciones. Mi sensación, pero digo sensación, es que no se trata de pedofilia.
4. Detrás hay algo oscuro. Y no estoy hablando sólo de lo que pudo hacer mons. Miranda en caso de ser culpable.

“en algunas circunstancias he sido imprudente”

Really?
Esto me huele mal, muy mal.

yo esperaria que fuera inocente pero si es culpable pues en palabras de Jesucristo: "Más le valiera colgarse al cuello una piedra de asno de molino y echarse al mar "

En lugar de sacar conclusiones sobre extractos, primero leamos el texto completo de la carta que el Obispo en mención le envió a la nunciatura:

"Excelencia:

He recibido el pasado 21 de junio el Decreto del 24 de mayo de 2013, por el cual se dispone mi cese inmediato del ejercicio y obligaciones de mi ministerio episcopal. Sobre el particular deseo expresar lo siguiente:

Por el contenido del decreto, que por cierto no contiene las motivaciones respectivas, entiendo que se me ha iniciado un proceso administrativo penal.

Al respecto me sorprende las sanciones desproporcionadas contenidas en el mencionado documento y que el suscrito estaba siendo sometido a un debido proceso canónico: desconozco los delitos que se me acusa, desconozco la procedencia de los denunciantes y la jurisdicción y la época en la que se cometieron los supuestos delitos.

Reconozco que en algunas circunstancias he sido imprudente y así se lo comuniqué al Santo Padre por medio de la Nunciatura el pasado 11 de febrero, pero además reitero en conciencia y en la presencia de Dios, que las supuestas faltas no pueden ser tipificadas de delitos contra sextum (nota del editor: contra el sexto mandamiento).

Al considerarme perjudicado gravemente no acepto la censura por los motivos señalados y, a tenor del canon 1734, presento el recurso, solicitando la revocación del Decreto con Prot. Nº 315/2012.

En mi opinión, hay un error y es el de considerar la decisión de la Santa Sede como una sanción. No lo es, a juzgar por los datos que hay, sino una medida cautelar. Algo similar a lo que se hace con un párroco del que se hace una denuncia por este mismo delito: si la denuncia es creíble, inmediatamente se inicia el proceso y se le aparta de cualquier cargo. Pero no es sanción, es medida cautelar, y por ello no presupone la culpabilidad del acusado.

Reconozco que este error lo cometió el propio Obispo, que usa la palabra "sanción".

Ahora la parte acusadora debe demostrar la culpabilidad del Obispo. Y mientras no haya decisión definitiva, prevalece la presunción de inocencia.

Recientemente un sacerdote que ha estado 4 años en prisión, calumniado injustamente, ha sido liberado por la Corte Suprema de Justicia de México. Hay fuerzas oscuras en contra de buenos y dignos prelados y curas.

Creo que todos deseariamos que fuera inocente, sin embargo eso es algo que se debe probar.

"el procedimiento está abierto pero no terminado". O ha sido reducido al estado laical o no, y si es así no lo puede hacer nadie más que el Papa, máxime en el caso de un obispo. Entonces, si es así no entiendo el sentido de un recurso, pues no hay autoridad más alta que la del Papa. Puede que sea una suspensión "a divinis", pero tendría que ser por causas muy graves. Otra cosa es que su carta parece indicar una falta de debido proceso, pero no hay elementos de juicio en este momento para llegar a ninguna conclusión. La cosa ha saltado a los medios, y otro obispo, ex Presidente de la Conferencia Episcopal, lo anunció en un programa de televisión. Alguien debería de dar explicaciones oficiales, pues no se entiende qué hay en todo esto. No veo por qué el dar las explicaciones no le corresponda al Arzobispo de Ayacucho, cuyo Auxiliar ha sido, y quien es al mismo tiempo Presidente de la Conferenica Episcopal. Se dice que está fuera del país y que las dará luego. Mientras tanto no se puede entender mucho.

Gregory esccibe"Creo que todos deseariamos que fuera inocente, sin embargo eso es algo que se debe probar. "
Discrepo: no se debe probar la inocencia, sino la culpabilidad.Si yo acuso, yo tengo que demostrar que lo que digo es cierto. Si a mi me acusan, no tengo nada que demostrar, el que acusa que apoye su acusación. Lo demás se llama pre-juicio.

Otra cosa es que teniendo en cuenta la pertenencia de la persona a un cargo público y además vinculado a una confesión religiosa, se tomen medidas cautelares, en tanto en cuanto el tema se aclare. Es lógico. Todo ello por un tema de "protección", (a los afectados, si fuera cierta la acusación, y a la Iglesia Católica como colectivo aún cuando fuera falsa la misma, y con toda la injusticia que para el colectivo y para el individuo traería aparejada esa "medida cautelar").
Coincido con la opinión de Enrique.
Ahora queda esperar a ver en que queda el tema: hay religiosos que desgraciadamente no están a la altura de su Ministerio, y hay gente que, también desgraciadamente, tiene ganas de manchar el nombre de una persona y/o la Iglesia en general.

El tiempo y la justicia bien aplicada dirán la última palabra.