(Fides) «La Iglesia Ortodoxa Rusa» –escribe Kirill en su mensaje a Obama, dado a conocer por el Patriarcado y enviado a la Agencia Fides– «conoce el precio del sufrimiento y la pérdida de vidas, después de que nuestro pueblo, el siglo pasado, ha sobrevivido a dos guerras mundiales devastadoras que han causado millones de muertos y arruinado las vidas de multitudes de personas. Además, sentimos como nuestro el dolor y las pérdidas sufridas por el pueblo estadounidense en los terribles atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001».
Unanimidad de los líderes religiosos
A 12 años de distancia de aquellos atentados con efectos geopolíticos desestabilizantes que aún continúan, Kirill se dirige a Obama pidiéndole que escuche «las voces de los líderes religiosos que de forma unánime se oponen a cualquier intervención militar en el conflicto sirio» y le invitan a hacer todo lo posible «para iniciar las negociaciones de paz tan pronto como sea posible».
Según el primado de los ortodoxos rusos, la intervención militar externa en Siria podría conducir a la conquista del poder de las fuerzas radicales que no van a estar dispuestas a «garantizar la convivencia entre las religiones en la sociedad siria».
Preocupación por los cristianos sirios
En este sentido, el Patriarca expresa su especial preocupación por los cristianos de Siria, que «en ese caso, terminarían bajo la amenaza de exterminio o el exilio en masa». Por esto –dice Kirill, en evidente sintonía con los movimientos de la diplomacia rusa– se deben explotar «las oportunidades que se abren para una solución diplomática al conflicto. Oportunidades que impliquen el control de las armas químicas en Siria por parte de la comunidad internacional».