(EFE/InfoCatólica) Según monseñor García, «toda la problemática que estamos viviendo y experimentando en el país plantea para nosotros un desafío enorme», de tal manera que esta cita no puede ser simplemente una experiencia piadosa.Agregó que el congreso «tiene que tener además una trascendencia social que implique unos compromisos políticos y económicos y unas realidades muy concretas».
or su lado, el arzobispo de Viena y presidente del Congreso Mundial, el cardenal Schönborn, señaló que «esta es una gran oportunidad para Colombia porque el país está en un proceso de reconciliación y de paz».
El secretario de la Conferencia Episcopal Colombiana, monseñor José Daniel Falla Robles, enfatizó en que lo importante, desde la fe, es el perdón. Y resaltó que «la paz no se va a establecer con la firma en La Habana (Cuba). Debe haber paz, reconciliación y perdón en el corazón, y esto obliga a la misericordia».
Actualmente, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el Gobierno colombiano adelantan negociaciones de paz en La Habana, en donde ya saldaron el tema de tierras y ahora discuten el apartado de la participación en política de los rebeldes. Adicionalmente, el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, admitió hoy que ya se ha entablado contacto con el Ejército de Liberación Nacional (ELN) para un eventual diálogo de paz que se haría en paralelo con las conversaciones con las FARC. «No sabemos el proceso de paz cómo terminará finalmente, ojalá lo supiéramos todos», señaló monseñor Falla, quien defendió que «la Iglesia con firma o sin firma (de la paz) tiene el deber de trabajar por la misericordia». Roma, en 2006, y Polonia, en 2011, fueron las de los anteriores congresos.