(ACI/InfoCatólica) La legislación aprobada en el Reino Unido el 17 de julio pasado, permitirá a las parejas del mismo sexo -que actualmente pueden obtener uniones civiles- casarse a partir del próximo año en Inglaterra y Gales pero no en Escocia o Irlanda del Norte.
En declaraciones al medio digital Chronicle Essex, la pareja homosexual de anglicanos conformada por Barrie y Tony Drewitt-Barlow, manifestaron su molestia porque no pueden casarse en uno de sus templos. «Necesitamos convencer a la iglesia que es lo correcto para nuestra comunidad (gay), para que ellos (la iglesia anglicana) nos reconozcan como cristianos practicantes», señaló la pareja.
«Quiero ir a mi iglesia y casarme con mi esposo, me molesta porque lo quiero tanto: una gran ceremonia fastuosa, el conjunto de obras, sólo que no creo que vaya a suceder de inmediato», expresó Barrie. Añadió que «por mucho que la gente está diciendo que es una buena cosa, todavía no estoy haciendo lo que quiero», dijo además que los judíos liberales se pueden casar en una sinagoga, «pero no los cristianos, la única vía posible para nosotros ahora es hacer un desafío en los tribunales contra la iglesia».
Indicó que no quieren «forzar a nadie» a ser parte de lo que se supone es el día más feliz de su vida, aunque eso vuelva su día miserable y lo eche a perder, pero más tarde añadió «es una vergüenza que nos veamos obligados a llevar a los cristianos a un tribunal para conseguir que nos reconozcan».
No es la primera vez que esta pareja homosexual genera atención mediática, el 17 de diciembre de 2012, cuando aún el proyecto de ley estaba siendo introducido par ser evaluado por legisladores, la pareja ya había manifestado a la cadena BBC de Londres su deseo de demandar a la iglesia anglicana para que acepte casarlos.
Un mes antes que se adoptara la legislación, algunos miembros del Parlamento exigían que la capilla anglicana en el Palacio de Westminster se transformara en una capilla interconfesional o interreligiosa para celebrar matrimonios allí entre personas del mismo sexo.
De prosperar la demanda, la Iglesia Católica también podría ser objeto de demandas judiciales similares a la que pretende entablar la pareja de Drewitt-Barlow -que se amparan bajo las leyes de derechos humanos con el argumento de la discriminación- a pesar que el gobierno británico ha asegurado que los grupos religiosos están protegidos por su libertad religiosa y objeción de conciencia.