(Diego Ximenes/InfoCatólica) Los manifestantes que eran mayoritariamente mujeres semidesnudas y algunos hombres, parte de los cuales se presentaban como homosexuales, fueron impedidos de entrar en choque con los peregrinos por la Guardia Nacional que tiene a su cargo la seguridad del evento, que según la Prefectura de la ciudad reunió 3 millones de personas.
Entre los organizadores estaba el conglomerado feminista «Marcha das Vadias», la asociación Católicas por el Derecho de Decidir - que a pesar del nombre no tiene vínculo con la Iglesia Católica -, y militantes del Partido de las Trabajadores (PT) y el Partido Socialista dos Trabajadores Unificado (PSTU), que portaban banderas de las siglas.
La Marcha dirigió su protesta contra la inversión pública que habría sido realizada para la visita del Papa a Brasil, contra la presunta «intolerancia de la Iglesia Católica» y en favor del reconocimiento del aborto y el «matrimonio» entre personas del mismo sexo como «derechos».
Entre los gritos de orden estaban: «Hey Vaticano / el aborto existe / independiente de ti», «Quiten sus rosarios / de nuestros ovarios», «Si voy al infierno / voy feliz / porque amé / a quien quise», «Fuera de Brasil / con su moralismo», entre otros. Repartían condones con el rostro del Papa en el empaque y usaban elementos religiosos de forma irreverente.
Varias mujeres iban vestidas simulando hábito religioso, llevaban cruces invertidas, carteles con frases antirreligiosas, rosarios en forma de úteros, un gran crucifijo de papel e imágenes devociones fueron quebradas con violencia por un par de personas desnudas.
A pesar de que la Fuerza Nacional imposibilitó el abordaje al evento, hubo agresiones verbales o gestuales dirigidas a los peregrinos. Se registró un caso en que un grupo de mujeres se desnudaron el torso frente a peregrinos que respondieron colocándose de rodillas y rezando.
A pesar de éstos incidentes, la mayor parte de los peregrinos no tuvo conocimiento de los hechos pues pasaron casi desapercibidos por el mar de tres millones de peregrinos que se congregaron según las cifras oficiales.
Durante el trayecto de la marcha la Católicas por el Derecho de Decidir distribuyeron una carta abierta en la que piden al Papa Francisco «una nueva Iglesia» que posibilite el «sacerdocio» femenino y modifique la moral sexual permitiendo, entre varias cosas, el aborto.
Andrea Reis, una de las manifestantes, expresó que el objeto de la Marcha es colocar un freno «al machismo intolerante y genocida» que la religión católica ha inoculado en la sociedad y reivindicar el «derecho» al aborto y al «matrimonio» homosexual.
Cuestionada sobre si no consideraba que la forma de manifestarse era agresiva y poco respetuosa a la sensibilidad de los peregrinos, respondió que «sentirse agredido» era un asunto «subjetivo» que no podía ser constatado de forma concreta.
El peregrino peruano Cristian Parapa, por su parte dice haberse sentido ofendido y agredido por la forma en que el grupo vehículo sus demandas: «Los respeto y creo que tienen derecho a manifestarse, pero con respeto, lo que hicieron ofende mucho a todos los que estamos aquí reunidos, es una tristeza».
Dos días antes, el jueves 25, otro grupo intentó también sin éxito invadir con una marcha de protesta la celebración de acogida al Papa. Un número significativo de participantes de aquella participó de la marcha acontecida hoy, según sus propios testimonios.