(Efe) «No se puede equiparar el casamiento de personas del mismo sexo al de un hombre y una mujer. No son la misma cosa, con todo respeto para los que optan por ese camino», dijo el purpurado.
El cardenal también afirmó que la Iglesia «no puede aprobar» otros pasos polémicos como la eutanasia, el aborto o el divorcio, aunque aseguró que ello no supone que se discrimine a nadie.
«La Iglesia no puede aprobar el divorcio y no puede decir que el divorcio es un camino normal. Aunque respete a quien toma esa opción», agregó.
Brasil legalizó de hecho las bodas homosexuales el pasado mayo a través de una resolución del Consejo Nacional de Justicia (CNJ), que obliga a los notarios a que equiparen las uniones entre dos personas del mismo sexo a los matrimonios heterosexuales.