(COPE/InfoCatólica) El cardenal Rouco Varela lleva toda la semana en Roma, participando en numerosas reuniones, como miembro del Consejo de Cardenales para el estudio de los problemas organizativos y económicos de la Santa Sede, y como miembro de la Congregación de Obispos. Pero el viernes pasado, antes de que comenzaran estas sesiones, el Papa Francisco le recibió en audiencia privada. El presidente de la Conferencia Episcopal Española acudía con dos objetivos: llevarle un saludo de los obispos de nuestro país y, sobre todo, renovar la invitación que estos ya le habían hecho a Benedicto XVI para venir a España con motivo de la conmemoración del nacimiento de Santa Teresa de Jesús, decisión que acaba de aprobar la Comisión Permanente de la CEE. «Fue una hora de conversación muy grata, también con recuerdos compartidos de su estancia en España –dirigiendo los ejercicios espirituales de los obispos españoles- y de la mía en Buenos Aires, una estancia en la que me trató con mucha deferencia. Más aún, con mucho afecto fraterno. ¡Nos fue a esperar al aeropuerto a altísimas horas de la noche, a las 3 de la madrugada!».
En declaraciones a la Cadena COPE, el cardenal Rouco Varela ha insistido en que el motivo fundamental de este encuentro privado era hablar del primer viaje del Papa Francisco a España: «El tiempo se acerca, es un Papa de una personalidad muy dinámica, y hay que ir a tiempo, porque los programas se preparan y después cambiarlos es muy complicado. Le gustará venir a España, por supuesto. Vendrá de muy buena gana. Cuándo o cómo, eso lo tenemos que ver. El motivo que nosotros le proponemos es ese, el de Teresa de Ávila, pero él siempre puede elegir otro».
El presidente de la Conferencia Episcopal Española subraya la estrecha relación de esta santa con el pontificado de Francisco: «Ella es una mujer que marcó la historia de la Iglesia de un modo más que decisivo: desde el siglo XVI hasta ahora, la historia moderna de la Iglesia tiene un signo teresiano innegable, como también tiene un sello ignaciano. Santa Teresa es la mujer que pone el dedo en la llaga de las causas del estado desolado de la Iglesia -llegando hasta Roma, ¿eh?-, que era la crisis profunda, moral y espiritual de muchos sectores de la Iglesia de entonces». ¿Y cómo lo hizo? «Con esta fórmula: vivir radicalmente el amor de Cristo y buscar a otras amigas y hermanas para vivirlo en común. Las comunidades reformadas de las carmelitas descalzas, de los ‘palomarcitos’ que ella extendió por toda España, no eran comunidades de mujeres tristes, sino todo lo contrario. Pues esa fórmula es muy actual y es muy necesaria».
Según Rouco Varela, merece la pena que haga este viaje coincidiendo con la memoria de Teresa de Ávila (que nació el 28 de marzo de 1515) «porque el pontificado actual entronca con el ejemplo y con las huellas doctrinales de esta santa». Lo cierto es que este mismo sábado, en un encuentro con seis mil seminaristas, novicios y novicias, el Papa Francisco ha hablado repetidas veces de Santa Teresa de Jesús. Se ve que la tiene en mente.