(L’OR/Aci) Según una nota publicada por el Patriarcado, Mons. Twal, deploró esta iniciativa y manifiesto la intención de encontrar a los principales líderes políticos de la zona para llegar a una solución.
En las escuelas públicas de la Franja de Gaza, actualmente se aplica a partir de los nueve años el principio de las clases no mixtas –niños con niños, niñas con niñas-, y con la nueva ley este principio se aplicaría también a las escuelas privadas, todas mixtas en Gaza.
Para el Patriarca «tales decisiones son una gran preocupación», ya que a nivel material crearían un gran problema de logística, como por ejemplo buscar nuevos espacios, una nueva organización y la reestructuración del profesorado. En efecto, según la normativa, también los hombres y las mujeres no están autorizados a enseñar a los alumnos de sexo opuesto si estos son mayores de diez años.
«Más que deber encontrar espacios adicionales para doblar los locales, nuestras escuelas deberían asumir más personal. No tenemos los medios necesarios», lamentó.
Mons. Twal afirmó que espera discutir las cuestiones con los ministros de la Franja de Gaza, y señaló que esta decisión «no emana de las altas autoridades», sino de «un consejo», por este motivo «tengo la intención de presentarme en Gaza, junto al director de las escuelas en Palestina, cuanto antes podamos, para encontrar una solución por el bien de los alumnos».
Las escuelas católicas en Tierra Santa son un medio para ayudar a los cristianos a permanecer en la región, y además, la Iglesia Católica a través de estas instituciones quiere ponerse al servicio de los niños, en su mayoría musulmanes, a través de este ámbito educativo, cultural y pedagógico.
Además, se han convertido en un canal de amistad entre las familias de Gaza, tanto cristianas como musulmanas que viven cerca de al-Fatah y a-Hamas.
«Las escuelas tienen un valor religioso y social de gran importancia», y a través de ellas y la presencia de los alumnos «hay un verdadero canal de comunicación con los padres», añadió el Patriarca.
«Creemos en la importancia de la educación en las escuelas donde se aprende la apertura a los demás. Los niños que aprenden y juegan en la escuela juntos, conquistan la virtud del diálogo para el futuro», concluyó.
Por su parte, el responsable de las escuelas del Patriarcado, Padre Faysal Hijazin, lanzó un llamado a la comunidad internacional y a los líderes políticos palestinos y señaló que «ha llegado el momento de que los parlamentos, las instituciones educativas, y todo el mundo que trabaja en la enseñanza alcen la voz para dar a conocer lo que podría ocurrir dentro de poco en Gaza».
La comunidad católica trabaja «para enriquecer Gaza, abriendo a la variedad de las culturas. La gente manda a sus hijos a nuestras escuelas justo porque pueden asimilar esta apertura», añadió.
Con esta norma, la permanencia de los cristianos en la tierra de Jesús entra en serio peligro, especialmente en este momento en el que la comunidad cristiana en Tierra Santa representa el dos por ciento de la población, un porcentaje que marca un mínimo histórico.