(UNAV/InfoCatólica)Tal y como apuntó Mons. Arrieta, las leyes de la Iglesia «traducen en formas jurídicas socialmente reconocidas el contenido de la fe», por eso «cuando el Magisterio profundiza en aspectos nuevos, a veces hay que corregir también la formulación de algunas leyes para que expresen mejor la realidad de la Iglesia».
A este respecto, se refirió al proyecto de revisión del libro VI del Código de Derecho canónico, ‘De las sanciones en la Iglesia’ que se está llevando a cabo desde hace unos años: «Algunas opciones que se hicieron en este terreno en los años setenta se ha comprobado que eran difíciles de ejecutar, creaban incerteza y complicaban mucho el rol del obispo que tiene que aplicar la ley penal. Por eso, como ocurre con cualquier ley que se comprueba que no funciona adecuadamente, se ha hecho necesario corregirla».
Adaptación a nuevas realidades y diferentes culturas
Mons. Arrieta afirmó que la flexibilidad es una de las características del Derecho de la Iglesia, como se refleja «en su capacidad de adaptación a nuevas realidades» y «de amoldarse a culturas muy diferentes respetando el núcleo fundamental de la fe».
En ese sentido, recordó cómo «el ordenamiento jurídico de la Iglesia ha sabido adaptarse a las diferentes culturas de la tierra, asumir tradiciones tan diferentes como las de África, Japón, Latinoamérica a lo largo de veinte siglos, siendo siempre fiel a sus principios fundamentales. Esta capacidad no tiene parangón alguno y es reflejo en campo jurídico de la universalidad de la fe católica».
El secretario del Pontificio Consejo para los Textos Legislativos hizo estas declaraciones en el marco de la jornada ‘La dirección de personas en el gobierno patrimonial de las entidades eclesiásticas’, que tuvo lugar en las Facultades Eclesiásticas de la Universidad de Navarra los días 4 y 5 de junio. Asistieron más de 50 expertos, entre los cuales había miembros de equipos de gobierno y gestión de 25 diócesis españolas.
Las ponencias y mesa redonda
La primera sesión versó sobre los Fundamentos de la dirección de personas en la Iglesia y fue moderada por Ignacio Ferrero, subdirector del Máster en Dirección de Personas en las Organizaciones. Intervinieron Miguel Ángel Ariño, profesor del IESE; Jorge Miras, profesor de Derecho Administrativo Canónico; José Ramón Villar, profesor de Teología Dogmática; e Ignacio Cristóbal, director de Recursos Humanos de la Clínica Universitaria. Entre otros temas, trataron sobre el trabajo en equipo y la participación de los fieles en la toma de decisiones.
El profesor Javier Otaduy moderó la segunda sesión, sobre Competencias para la dirección de personas. Los ponentes fueron el coach y consultor Carlos Andreu; el catedrático de Economía Aplicada Miguel Alfonso Martínez de Echevarría; y Cristian Mendoza, profesor de Comunicación Institucional de la Pontificia Universidad de la Santa Cruz (Roma)
En la tercera y última sesión, Nuevos escenarios de la dirección de personas, actuó como moderadora la catedrática María Blanco. Intervinieron Mons. Juan Ignacio Arrieta, secretario del Pontificio Consejo para los Textos Legislativos, quien habló sobre 'El gobierno patrimonial y la comunión', y David Martín, director de Compras de la Conferencia Episcopal Española, que lo hizo sobre 'Gestión del cambio y motivación de las personas'.
Finalmente se celebró una mesa redonda sobre El gobierno patrimonial y la autoridad en la Iglesia, que contó con Antonio Fernández, vicario general de la Diócesis de Cuenca; Gaspar Martínez, secretario general de la Diócesis de Bilbao; y José Javier Romera, vicario general y moderador de Curia de la Diócesis de Getafe.
- Grupo de Investigación sobre el Sostenimiento de la Iglesia Católica, Universidad de Navarra