(HO/InfoCatólica) DAV subraya que una diferencia radical entre la práctica de un aborto y un nacimiento por cesárea.
Por una parte, «no se ha acabado con la hija de Beatriz de manera cruel y violenta como la inyección salina que quema el cuerpo o su descuartizamiento en el útero y su extracción por partes. Además se ha evitado el riesgo que un aborto conlleva siempre para la salud de la madre», explica la doctora.
Por otra, «al no haberse practicado un aborto, Beatriz no tendrá que sumar al dolor por la muerte de una hija, el desgarro personal que supone el trauma del aborto. Espero que Beatriz haya podido despedirse de su hija, y estoy segura de que podrá vivir con la tranquilidad de no haber acabado su vida», asegura Joya.
Derecho a Vivir quiere aprovechar la oportunidad para felicitar al Tribunal Constitucional, al Instituto de Medicina Legal y al Gobierno de El Salvador por «haber resistido a la presiones nacionales e internacionales para que traicionara sus propias leyes, que son un ejemplo de protección de la vida humana».
Por último, DAV ha reclamado que «las organizaciones que han presionado para que Beatriz fuera sometida a un aborto, pidan disculpas. En primer lugar a Beatriz, pero también a toda la comunidad internacional a la que han intentado manipular con sus mentiras.
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