(Efe) El obispo ha hecho un llamamiento a la comunidad cristiana para entender que «sería una pena que esta cultura cristiana se debilitara por inhibición o cobardía, porque nuestra sociedad necesita una radical renovación, y hacen falta personas nuevas para una nueva sociedad, hombres renovados por el amor de Dios».
Además, ha dicho que los cristianos son «personas capaces de llevar paz donde hay conflictos, de construir relaciones fraternas donde hay odio». La misa ha sido cantada por el coro rociero de la Hermandad de Triana, una de las más antiguas de las filiales, a la que la matriz de Almonte ha querido homenajear.
Miles de personas de las 110 hermandades filiales rocieras, con sus capellanes al frente, han asistido a la misa, celebrada en una explanada de la aldea. Terminada la misa, los rocieros vivieron una tarde de domingo a la espera del principal momento de la romería, el salto a la reja, cuando los almonteños sacan a la Virgen del Rocío de su ermita para dar comienzo a la procesión por las calles de la aldea.
Salto de la reja
Los almonteños finalmente saltaron la reja a las 3:25 horas, después de esperar en la ermita la llegada del Simpecado de la Hermandad Matriz de Almonte del rezo del Santo Rosario, dando comienzo con ello una procesión de la Virgen del Rocío que ha vuelto a estar marcada por la calma y la organización.