(Avan/Ep) Familiares, amigos, y vecinos de Xátiva llenaron el salón de actos de la Vicaría de Evangelización en la clausura de la fase diocesana del proceso de canonización, «aunque se trata de dos causas separadas, el de Manuel Casesnoves y el de Adela Soldevila, lo que es aún más hermoso y significativo», según indicó el vicepostulador de la causa, Arturo Climent. Su vida fue «un ejercicio continuo y admirable de la caridad en todo momento y con todas las personas», añadió Climent.
Se trata de la primera causa de canonización que se instruye de un matrimonio valenciano en la historia de la archidiócesis de Valencia, según el Delegado para las Causas de los Santos del Arzobispado, Ramón Fita.
Tomó la palabra en el mismo acto la hija mayor del matrimonio, Adela Casesnoves Solvila, en nombre de toda la familia, para expresar su gratitud «en este día memorable para todos nosotros» a monseñor Osoro y, también a su predecesor, el cardenal Agustín García-Gasco, que abrió el proceso en 2009, así como al abad de la Colegiata de Xátiva y vicepostulador de la causa, Arturo Climent, y al delegado episcopal para las Causas de los Santos, Ramón Fita. Asistieron también miembros de la Asociación Católica de Propagandistas de Acción Católica (ACdP), como el presidente a nivel nacional, Carlos Romero y el viceconsiliario nacional, Andrés Ramos.
Biografía de Manuel Casesnoves y Adela Soldevila
El matrimonio formado por el farmacéutico Manuel Casesnoves (1904-1958) y Adela Soldevila (1906-1988), fueron padres de nueve hijos y acogieron a otros dos sobrinos huérfanos.
Manuel Casesnoves Soler regentó la farmacia familiar durante más de 30 años hasta que falleció. Contrajo matrimonio con Adela Soldevila en 1924. Ambos sufragaron «desde la discreción» medicamentos a los necesitados de la Xàtiva de posguerra en tiempos en donde no existía la cobertura de la Seguridad Social, añadió.
La «permanente referencia a Dios caracterizaron la vida familiar en el hogar de aquellos esposos, que además profesaron una intensa devoción a la Virgen María, venerada en Xàtiva con el título entrañable de Mare de Dèu de la Seu», según Fita.
Además, destacó que «han sido muchas las personas que han dado testimonio del ejemplo de fe profunda y manifiesta de este matrimonio, incluso en las persecuciones y atropellos que sufrieron; con orgullo manifestaron siempre, sin miedo de ningún tipo, su condición de católicos coherentes, de fe firme y ánimo decidido».
Asimismo, formaron parte de los distintos movimientos cristianos que había en Xàtiva y en su Colegiata, como la Acción Católica, la Adoración Nocturna, las Cuarenta Horas, Cáritas y las Conferencias de San Vicente de Paúl. Adela fue camarera de la Virgen de la Seo.
El proceso de canonización fue iniciado en la iglesia de San Francico de Xàtiva el 25 de marzo de 2009, fiesta de la Anunciación del Señor, por el entonces arzobispo de Valencia, el cardenal Agustín García-Gasco.
Tras la clausura de la fase diocesana el próximo 29 de abril, los procesos serán llevados a la congregación vaticana para las Causas de los Santos. Allí continuarán los estudios pertinentes para que, llegado el caso, los cónyuges puedan ser declarados beatos y posteriormente santos.