(HO/InfoCatólica) Vida Humana Internacional es la mayor organización confesional católica dedicada a la defensa de la vida y de la familia en todo el mundo y está presente en más de cien países.
«Se ha velado la inteligencia y al mal lo llamamos bien»
En la conferencia de Reig Plá previa a la entrega del Premio que ha tenido lugar en la Universidad San Pablo CEU, en Madrid, en el marco del Encuentro Internacional por la Vida, el obispo de Alcalá de Henares, citando palabras del beato Juan Pablo II, ha denunciado la «seria crisis espiritual», a nivel mundial y la más profunda que está sufriendo occidente. Se trata de «una decadencia tal de la conciencia, que se ha velado la inteligencia y se ha oscurecido la libertad del corazón» de tal forma que «al mal lo llamamos bien». Tanto es así que el «paradigma cultural» actual defiende «la muerte de los inocentes como un derecho»: el aborto y el suicidio asistido.
La cultura de la muerte tiene un «Estado mayor y un plan establecido»
Reig Plá señala que existen «concentraciones del mal» y a nivel mundial se está promoviendo la esterilización, la práctica del aborto, etcétera. Y «no podemos vivir en la ingenuidad», hay «un plan establecido», un «Estado mayor» y «muchos dólares» de por medio para promover la conjura contra la vida: anticoncepción, esterilización, aborto, suicidio; y la mayoría de los medios de comunicación son cómplices de esta conjura.
Jesucristo, la Verdad y la Vida
Ante la «crisis de la verdad», Reig Plá declara que hay que evangelizar asistidos por el Espíritu Santo, «Jesucristo es la Vida y la Verdad» y proclamar la verdad de la «unidad del cuerpo y del espíritu», «la diferencia del varón y de la mujer» -patrimonio de la humanidad que a través de la armonía y complementación hace posible la procreación- y «el corazón redimido por la Gracia». Además «la castidad» es la «custodia del corazón» y «la virtud por excelencia», subrayó el obispo.
‘Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres’
En el momento del agradecimiento por el galardón recibido, Reig Plá expresó: «Como lema de este trabajo en defensa del matrimonio, la familia y la vida, siempre me ha acompañado el testimonio de los Apóstoles: ‘Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres’. Y si en algún momento he recibido los zarpazos de quienes promueven la cultura de la muerte, como los Apóstoles, con la ayuda de la gracia, me siento ‘contento por haber merecido algún ultraje por el nombre de Jesús’».
La gran batalla cultural entre la vida y la muerte
Y concluyó: «Dios quiera que llegue pronto el día en que todos, después de una gran batalla cultural entre la vida y la muerte, que en realidad es una gran batalla espiritual, triunfe en España el respeto incondicional a la vida naciente y el aprecio, cuidado y cariño por los ancianos, los enfermos terminales, los empobrecidos y todos los que sufren».