(Fides) «Las personas desplazadas en Mogadiscio se enfrentan a la inseguridad, como violaciones y otras formas de violencia sexual», señala el documento.
Según la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) en Mogadiscio, hay 369.000 desplazados internos. De ellos, alrededor de 270.000 podrían ser reubicados en tres campamentos en las afueras de la capital, con el fin de aliviar el hacinamiento del centro de la ciudad. «Este proyecto, sin embargo, plantea preocupación» por la falta de capacidad del gobierno y de la inseguridad y por el acceso a los servicios en las nuevas instalaciones». Por último, varias personas desplazadas podrían no estar dispuestas a entrar en los nuevos campos.
Somalia se enfrenta al problema de proporcionar una mejor ubicación a por lo menos 1,2 millones de desplazados internos y a más de un millón de refugiados que han solicitado asilo en los países vecinos (Eritrea, Etiopía, Kenia, Uganda, Tanzania, Djibouti y Yemen).
«El gobierno somalí aún no está listo para albergar a los casi 600.000 refugiados somalíes que viven principalmente en Kenya y Etiopía. Sin embargo, las autoridades están trabajando en un ambicioso plan para crear centros de acogida de grandes dimensiones dentro de Somalia, cerca de la frontera con Kenia», señala Cáritas Somalia. «Se espera poder mover a cientos de miles de refugiados a los campos nuevos para finales del 2013». «No sólo se trata de una puesta en práctica de este plan poco realista, sino además podría exponer a los refugiados indefensos a situaciones de peligro», concluye el informe.