(Efe) Welby, un antiguo empresario del petróleo de 56 años, casado y con cinco hijos, superó hoy la última etapa de su designación como líder anglicano, tras ser elegido como sustituto de Rowan Williams el pasado 9 de noviembre y después de haber asumido oficialmente el cargo en enero.
Entre otros temas sensibles, el nuevo prelado se enfrentará al debate en seno de la iglesia sobre la ordenación de mujeres como obispos, que fue rechazada en diciembre por el Sínodo anglicano.
Proveniente del ala conservadora de la Iglesia Anglicana, Welby se ha mostrado favorable a mantenerse «firme en la idea de que el matrimonio es una unión de por vida de un hombre con una mujer», si bien hoy mismo admitió que «hay relaciones gays que son sorprendentes en cuanto a su calidad».
Welby sustituye como arzobispo a Williams, del ala más liberal de la Iglesia Anglicana, que llevaba como primado desde 2002.
«Me comprometo solemnemente ante vosotros a servir a la comunión anglicana para juntos proclamar el Evangelio de Cristo y reconocer a Dios, así como para derribar aquellos muros que nos separan», afirmó durante la ceremonia el nuevo prelado.
En su primer sermón como arzobispo de Canterbury, Welby se mostró «optimista respecto al futuro de la fe cristiana en el mundo» y agradeció la presencia en la catedral de «hermanos y hermanas» de diversas religiones.
La tradicional ceremonia de entronización de Welby estuvo aderezada con algunos toques innovadores, como la presencia de un grupo de danza tradicional africana que bailó en la catedral tras la designación solemne del nuevo arzobispo.