(Zenit/InfoCatólica*) Uno de los argumentos principales de los partidarios de la legalización era que se debía acordar la ley a la práctica médica. En una crítica abierta a la ley de la eutanasia, el profesor Nys afirma en el semanario médico "De Huisarts" que la ley ha fracasado completamente en este punto y que la brecha entre la ley de la práctica médica no ha sido nunca tan grande como hoy.
Según la ley, el derecho a la eutanasia no existe en cuanto tal. En la práctica y en los medios, se habla a menudo de la eutanasia como de un derecho y se exige la misma. Según la ley, la eutanasia debe ser aplicada por un médico. En la práctica, son a menudo los enfermeros quienes deben ejecutar el "trabajo sucio". Según la ley, la petición de eutanasia debe ser formulada con plena conciencia por el paciente afectado. En la práctica, son a menudo los familiares, no solamente de primer grado sino incluso los nietos quienes hacen la petición y exigen la eutanasia. Según la ley, por último, es necesario que la petición sea formulada por escrito. En la práctica, parace que baste una petición oral.
Según el profesor Nys, se evoluciona lenta pero seguramente hacia una situación en la que la eutanasia se sonsidera como un tratamiento médico "normal" al que el paciente tiene derecho. "No hay ni siquiera necesidad de cambiar la ley. Una práctica controlada estrictamente y, de vez en cuando, una campaña de medios bien orquestada basta", concluye el profesor Nys.