(ACI/InfoCatólica*) La medida fue debatida en el Parlamento luxemburgués en diciembre pasado, pero en aquella ocasión el Gran Duque anunció que no la sancionaría por lo que la mayoría anti-vida del Parlamento introdujo una modificación en la Constitución para limitar los poderes del soberano. Ahora, Enrique I no podrá sancionar las leyes para darles validez, sino que simplemente las promulgará.
Como algunos medios de prensa subrayaron entonces, el Gran Duque ha reproducido la situación protagonizada en el año 1990 por su tío, el rey Balduino de Bélgica, quien se negó a firmar la legalización del aborto aprobada por las dos Cámaras legislativas belgas.
En la Unión Europea hasta ahora solo Holanda y Bélgica permiten la eutanasia bajo ciertas condiciones.