(Europa Press/InfoCatólica*) El obispo reconoció que "este servicio fraterno no sintoniza con la mentalidad hoy imperante", ya que "son muchos los que, ante la crisis de un matrimonio, se aprestan enseguida a aconsejarle la separación o el divorcio, haciendo de la crisis un camino sin retorno, cuando podría solucionarse con el diálogo y la generosidad entre la pareja y con la ayuda y el acompañamiento de la Iglesia, a través de las personas que ponen sus conocimientos y su tiempo para servir a los matrimonios en dificultades".
Por esta razón, la Diócesis de Córdoba, bajo la responsabilidad y dirección última de los delegados diocesanos de Familia y Vida, ha creado en los dos últimos años tres COF, en Lucena (Córdoba), para la Vicaría de la Campiña; en Peñarroya-Pueblonuevo (Córdoba), para la Vicaría de la Sierra, y en Córdoba capital, para las vicarías de la Ciudad y del Valle del Guadalquivir, que en estos momentos tiene su sede en la calle Horno de la Trinidad y que dentro de unos días comenzará a funcionar en la calle Doctor Fleming.
Según detalló Asenjo en su carta pastoral, a lo largo del curso pastoral, los COF, además de organizar conferencias y sesiones de formación sobre temas de familia, "prestan servicios de asesoramiento en los campos de la orientación, de terapia y mediación familiar, de ayuda psicológica para niños, de asesoramiento ginecológico, y de asesoramiento legal y en derecho canónico para matrimonios".
"Prestan también --concluyó el obispo-- servicios de formación de monitores para tres campos específicos: escuelas de padres, reconocimiento de la fertilidad de la pareja y educación afectivo-sexual para adolescentes según el método TeenStar".
Finalmente, Asenjo pidió "a los sacerdotes, consagrados y miembros de grupos y movimientos apostólicos, que den a conocer la existencia de estos centros y que recomienden a las familias que precisan ayuda utilizar sus servicios", pues "es mucho el bien que desde ellos se puede hacer a las familias".