(La Razón/Agencias) En ese epígrafe se afirma que cuando los informes sobre el Holocausto llegaron al Vaticano, Pío XII no reaccionó ni con protestas escritas ni verbales, que en 1942 no se asoció a la condena del exterminio formulada por los Aliados y que tampoco intervino con respecto a la deportación de los judíos de Roma a Auschwitz.
Gumpel explicó además que Benedicto XVI está ralentizando la causa de beatificación de Pío XII porque no quiere perjudicar las relaciones con los judíos. "La causa de beatificación de Pío XII se ha concluido y falta sólo la firma Benedicto XVI, pero prefiere esperar porque quiere mantener las buenas relaciones con los judíos", añadió el jesuita e historiador.
El pasado 9 de octubre, durante la misa que ofició en la basílica de San Pedro del Vaticano con motivo del 50 aniversario de la muerte de Pío XII, Benedicto XVI aseguró que el Pontífice condenó desde el primer momento el nazismo y que en muchas ocasiones actuó de "manera silenciosa y secreta" para evitar "lo peor" y salvar al mayor número posible de judíos.
Sin embargo, la principal agrupación judía de Francia advirtió el viernes que el plan del Vaticano de iniciar el proceso de santificación del Papa Pío XII, que ejerció su pontificado durante la Segunda Guerra Mundial, dañaría las relaciones entre la Iglesia Católica y el judaísmo si se lleva a cabo.
Los supervivientes del Holocausto se sintieron "profundamente heridos" porque Pío XII nunca denunció el exterminó nazi de judíos y su fracaso a la hora de hacerlo después de la guerra fue "profundamente chocante", según expresó el CRIF, que reúne a varias organizaciones judías.
Este pronunciamiento se produce una semana después de que el Papa Benedicto XVI defendiera el acercamiento diplomático, como una forma de salvar a una gran número de judíos y dijera que esperaba que su beatificación, el primer pasó hacia la santidad, procediera sin problemas.
"El plan de beatificar a Pío XII, que fue Papa entre 1939 y 1958, implicaría un severo golpe en las relaciones entre la Iglesia Católica y el mundo judío si se lleva a cabo", dijo el CRIF.
"Preocupado de no romper los lazos con Alemania, el Papa Pío XII nunca tuvo un discurso claro para denunciar la monstruosidad singular que supuso el exterminio de millones de judíos".
El largo cisma entre católicos y judíos, que aunque han mejorado las relaciones en la últimas décadas, se encendió la semana pasada cuando un rabino israelí dijo a los obispos en Roma que los judíos no podían perdonar el silencio de Pío XII.
La organización reconoció que el Papa escondió a algunos judíos en Roma durante la ocupación alemana y recalcó "el magnifico rol jugado por algunos clérigos, en especial en Francia, para salvar a los judíos".
Sin embargo, alegó que Pío XII debió jugar un papel de profeta denunciando los crímenes nazis y no de diplomático.
El CRIF, una organización que tiene su origen en la resistencia durante la guerra y que se dedicaba a ayudar a los judíos perseguidos, criticó además que el Vaticano no publicara sus archivos del período del Holocausto y afirmó que la mayoría de los historiadores independientes no concuerdan con la posición oficial de la Iglesia sobre que Pío XII trabajó sin descanso para salvar a los judíos.
Los defensores de Pío XII, que incluyen a algunos judíos, afirman que la opresión al pueblo de Israel hubiera sido peor de ser denunciada abiertamente.