(Zenit) Monseñor Devotta, que se encuentra estos días en Roma para el Sínodo de los Obispos, comentó al diario vaticano que en el estado de Tamil Nadu, donde se encuentra su diócesis, aunque la situación no es aún tan grave, “parece destinada a deteriorarse rápidamente hasta llegar a una persecución generalizada”.
“El fundamentalismo religioso está difundiéndose por todas partes en el mundo, y es un signo de los tiempos”, añadió. En general, explicó monseñor Devotta, “los gobiernos de los distintos estados indios, aunque tutelan a las minorías, a menudo 'cierran un ojo' por motivos utilitaristas a nivel político a las violencias de los extremistas hindúes”.
En lugares como Orissa, donde gobierna un partido fundamentalista, “la violencia ha llegado a niveles máximos. Quienes practican la ideología de la 'Hindutva' quieren transformar a India en un Estado teocrático, y cualquier medio para alcanzar este objetivo es utilizable”.
Por otro lado, la agencia Asianews denunció ayer que, según testimonios de sacerdotes en Orissa, existe un “plan metódico” detrás de la violencia anticristiana: “ayudados por la policía, prohíben a los cristianos encontrarse y rezar, matando a los nuevos convertidos y ocupando el terreno de las iglesias destruidas”.
Además, se ha presentado en estos días una iniciativa legal para impedir las conversiones en el estado indio de Karnataka, como ya se ha hecho en Orissa, Gujerat, Madhya Pradesh y Rajasthan, como medida para frenar el presunto proselitismo de los cristianos, informa L'Osservatore Romano.
Crece, por otro lado, la protesta contra la persecución anticristiana: según informa la agencia Fides, el Consejo nacional para la integración en India, un organismo formado por religiosos, políticos y representantes sociales, que hacía tres años que no se reunía.
Este organismo ha presentado una propuesta, la “Communal Violence Bill”, para “frenar la espiral de violencia”. Uno de sus miembros es el arzobispo de Delhi, monseñor Vincent Concessao, quien ha reafirmado la voluntad de la Iglesia católica, a pesar de la violencia, de seguir con su labor asistencial en favor de los más pobres.
Además, desde ayer una delegación del World Council of Churches (WCC), encabezada por el secretario general, Samuel Kobia, está realizando una visita a India e Sri Lanka, ante “el alarmante aumento de la intolerancia religiosa”.