(Luis F. Pérez, InfoCatólica*) La indignación provocada en los fieles católicos de Barcelona y toda España por la confesión pública del sacerdote Manel Pousa de haber pagado abortos, no sólo no remite sino que puede desembocar en un escándalo eclesial de grandes dimensiones. Seglares y sacerdotes de la archidiócesis de Barcelona han manifestado a Religión en Libertad su intención de denunciar públicamente el caso a Roma si llegan a constatar que Pousa sigue ejerciendo de sacerdote estando excomulgado por el delito canónico de cooperación necesaria para producir un aborto.
Diversas fuentes han confirmado a ReL que el cardenal Martínez Sistach ha recibido personalmente al sacerdote excomulgado, pero hasta ahora no se ha producido ni un solo pronunciamiento oficial por parte de la archidiócesis de Barcelona. Varios sacerdotes han expresado a este medio su temor de que el cardenal quiera solucionar la cuestión de forma privada, lo cual contravendría posiblemente el código de derecho canónico según expertos en el mismo consultados por este portal. Dada la publicidad que el propio Pousa dio a su delito, afirman dichos expertos, no tendría sentido que no se diera publicidad a su posible retractación y arrepentimiento o a su suspensión canónica.
Denuncia en Roma
El asunto puede llegar a Roma, donde la reacción amenaza con ser fulminante. Un párroco -rector- de la archidiócesis que gobierna Monseñor Sistach declaró ayer a Religión en Libertad que "esto es un escándalo intolerable. Si nuestro cardenal no hace lo que tiene que hacer, pienso denunciar el caso a Roma para que proceda contra el sacerdote e incluso contra el propio cardenal. Y como yo, otros compañeros del presbiterio de esta archidiócesis". Otro presbítero afirmó que "si el Papa Benedicto XVI ha declarado tolerancia cero para los curas que comenten abusos, imaginemos lo que querrá que se haga con un sacerdote que paga para que se produzca el asesinato de un inocente y además presume de ello".
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