(Juan Manuel Bellver/El Mundo) El proyecto defendido por la Ministra de Justicia Christiane Taubira ha provocado una profunda división de los franceses, con manifestaciones multitudinarias de partidarios y detractores, que no han influido en la voluntad del gobierno, el cual desestimó en los últimos días la celebración de un referéndum, como solicitada la Unión por un Movimiento Popular.
Con la adopción de este texto, que ahora tendrá que refrendar el Senado –cosa segura, ya que los socialistas tienen mayoría absoluta también en dicha cámara–, Francia se convierte en el décimo país de la Unión Europea que legaliza las bodas gays, tras España, Holanda, Bélgica, Portugal, Noruega, Suecia, Islandia, Dinamarca y Gran Bretaña.
Ha quedado fuera del documento definitivo, sin embargo, la procreación médicamente asistida (PMA), que podría entrar en una futura ley de la familia prevista para otoño de 2013.