(Bruno Moreno/Luis F. Pérez/InfoCatólica) - Usted declaró en una ocasión que AES surgió «por la traición del PP a sus votantes católicos y al pueblo español en general». ¿Podría explicar a qué se refiere con esto?
AES surge al final de la última legislatura del PP (2004) con mayoría absoluta, y nace fruto de la deriva que el PP estaba adoptando en materias que para nosotros no admitían componendas; así los abortos se habían disparado, el PP con mayoría absoluta mantuvo en todos sus términos la reforma del 85 e inició su política de subvenciones a las clínicas abortistas, legalizó la píldora abortiva RU-486, la manipulación y experimentación con embriones humanos. También legalizó la píldora del día después; despuntaba ya su proyecto estrella de regulación de las parejas homosexuales a través de la legislación de las parejas de hecho (lo que luego han defendido en sede parlamentaria), y se produjo la primera adopción de un menor por una pareja homosexual, al amparo de una legislación autonómica (ley de acogida) promovida por el PP de Baleares.
El Sr. Rajoy (como Ministro de Administraciones Publicas) y el Sr. Aznar firmaron los decretos de transferencias más comprometidos para la solidaridad, cohesión y, por lo tanto, para la Unidad de España. Me estoy refiriendo a los decretos de transferencias de competencias en materias de sanidad y socio-sanitarias, cultura, interior, pacto fiscal con Vascongadas, etc. No olvidemos que también negociaron con etarras en Suiza y establecieron una política de acercamiento de presos, burlando así a las víctimas del terrorismo. En su primer gobierno, pactaron con los nacionalistas y, por su tibieza y falta de coraje, pusieron las bases de lo que está ocurriendo hoy. No olvidemos aquella frase de Arzallus: «conseguí más con Aznar en catorce días que con González en catorce años».
En materia económica establecieron la cultura del pelotazo y el dinero fácil, convirtiendo a España en un país de especulación y servicios, desertizado de industrias y sector primario.
- Hay quien dice que, más que inspirarse en principios cristianos, AES está basada en un nacionalismo neopagano. ¿Es eso cierto? ¿AES se considera a sí misma un partido de «extrema derecha»?
AES es un partido que nace a la luz y bajo la inspiración de la nota doctrinal de 2003 del que fuera Prefecto de la Fe, hoy su Santidad Benedicto XVI, en relación al compromiso de los católicos en la vida pública. AES es un partido de inspiración católica, que se compromete en la vida pública en defensa de su Credo y la Unidad de España, que consideramos, como así lo ha declarado la CEE y reiterada doctrina, como un deber moral a preservar. Juan Pablo II en su libro póstumo «Memoria e Identidad», decía que el amor a la Patria se encuentra recogido dentro del Cuarto Mandamiento, ya que, después de amar a Dios, se debe amar por igual a tu madre y padre que a la Patria.
AES quiere construir España sobre unos principios y valores cristianos, quiere que la rica doctrina social católica se vuelva a poner en valor como forma de resolver muchos de los actuales problemas sociales y económicos.
AES siempre se ha definido políticamente como un partido en materia moral a la derecha del PP y en materia social a su izquierda. AES es un movimiento social cristiano.
- ¿Por qué hasta el momento AES ha conseguido resultados electorales tan reducidos? ¿Cuál es el mayor obstáculo para llegar a la «primera división» política y qué están haciendo para conseguirlo?
En primer lugar, la Ley Electoral que tanto PP como PSOE se han encargado de mantener en el tiempo y que no están dispuestos a cambiar. En segundo lugar, porque AES no tiene la presencia necesaria en los medios de comunicación, ya que en los medios de la izquierda la derecha ya se ha encargado de estigmatizarnos con el cartel de extrema o de ultras, lo que nos excluye, y en los medios afectos al PP somos también excluidos en ese afán fagocitador del propio PP de no dejar hueco en lo que podríamos denominar políticamente el espacio conservador. Nuestros mayores detractores, los que han procurado nuestra marginalidad, han sido esos medios próximos al PP que, siguiendo su dictado, lo que me consta que así ha sido, se han ocupado de eclipsarnos cuando no de atacarnos. Ni comprando y pagando la publicidad, como los demás partidos, se nos permitía dar a conocer nuestro mensaje. Ese fue el caso de un medio propiedad de la Iglesia Católica. Sin embargo, en ese mismo medio se animaba a votar a Rosa Diez, que en su programa lleva los matrimonios homosexuales, el aborto, la prostitución libre...
El porqué de todo esto es claro. Si tuviéramos micrófono y pantalla, nuestro discurso calaría de tal manera que una gran mayoría de los votantes del PP se verían reconocidos en nuestro mensaje, en nuestro proyecto. Y esto no lo pueden consentir, esto lo tienen que impedir. Y, por ello, como me dijo un alto dirigente del PP, somos un objetivo a batir. Y me dijo más: «nunca tendrás una tele ni una radio donde poder daros a conocer, porque si así fuera nos pondríais en evidencia y en política se perdona todo menos que te pongan en evidencia».
Nuestro camino sabemos que es difícil y largo, pero no se olvide que los que nos hemos comprometido en esta empresa lo hacemos por razones que nos transcienden, que nos obligan, y que pese a toda hostilidad y animadversión, incluso de los que más deberían agradecer nuestra presencia, seguiremos adelante.
- ¿Estaría dispuesta AES a unirse a una plataforma electoral provida y profamilia para las próximas elecciones europeas? ¿Por qué no se ha logrado formar algo así en pasadas convocatorias?
Sobre este tema los que se han reunido con AES lo saben, y estoy seguro que no podrán decir otra cosa más que AES siempre ha dado cheque en blanco para este proyecto. Nosotros no tenemos la más mínima duda de la necesidad de un proyecto unitario, un proyecto en torno a esos principios por encima de las diferencias en lo accesorio. Es más, AES es un medio, no un fin, por lo que si la unidad en torno a esos Principios hiciera conveniente la desaparición de AES no tendríamos la más mínima duda en disolverla.
Ahora bien, dicho lo anterior, no le puedo ocultar el cansancio que acumulamos ante los intentos de unidad. Pero, pese a ello, estamos dispuestos a perseverar en el empeño.
Dios quiera que para las próximas elecciones se pueda conseguir. Desde ya les aseguro que AES se comprometerá en ese proyecto sin condición alguna.
- ¿Cree que la Iglesia en España debería apoyar de alguna manera a las formaciones políticas que defienden los principios no negociables planteados por Benedicto XVI?
Dudo mucho que la actual Jerarquía española dé un paso en el sentido que usted indica, que parecería lo lógico de otra parte, pero le aseguro que soy absolutamente escéptico.
Reconozco que sobre este tema soy muy sensible en razón de mis experiencias personales. Yo lo único que pediría sería que si no apoyan, que por lo menos no entorpezcan.
Lo que sí deben hacer de forma inmediata es despegarse del PP, un partido que no por ser mayoritario se ajusta a lo que debería ser el objeto de apoyo de la Jerarquía Católica. Defender o, lo que es peor, no cuestionar a un partido que con mayoría absoluta no es capaz de corregir los tremendos ataques al orden natural y moral objetiva (aborto, matrimonios homosexuales, experimentación con embriones, etc…) hace perder credibilidad. Y, en unos momentos como los actuales, el no reconocer esa credibilidad es lo peor que nos puede ocurrir a los católicos españoles.
Los católicos españoles son cautivos del PP, ellos así lo afirman, y razón no les falta. Pero son cautivos porque una gran parte del clero, con la autoridad de la que están revestidos, les empuja a esa opción, como única opción posible, como el mal menor. Sin embargo, a los resultados me remito. Un año y tres meses después de haber alcanzado el Gobierno siguen, en las materias que a la Iglesia le debieran interesar, los mismos pasos que el PSOE. En estos 15 meses de PP, unos 200.000 niños han sido asesinados, cientos de matrimonios homosexuales, en un ataque directo a la familia, se han consumado. Creo que ya han dado muestras de lo que eran y de lo que son. Que no es el mal menor, sino el mal. Ni el voto útil, ni la opción de un católico.
AES, al día siguiente de la llegada al Gobierno, hubiera derogado sin titubeos toda ley inicua y aberrante. No nos hubiera temblado el pulso; no nos habríamos escondido detrás del Tribunal Constitucional para evitar la confrontación de lo que, sin duda, sería una decisión comprometida pero necesaria. Para eso nos hemos comprometido en la vida pública.
Por último, y sé que este medio es leído por muchos sacerdotes y, en consecuencia, puede no gustar lo que voy a decir, somos muchos los españoles que echamos de menos a esos guías, a esos pastores a los que seguir en momentos de oscuridad y tribulación. Echamos de menos a los que nos demandan compromiso en defensa de nuestro Credo. Hoy necesitamos estar seguros que nuestros pastores serán los primeros en el momento de dar testimonio, los que nos conducirán con Paz interior, si fuera necesario, al mayor de los sacrificios. Necesitamos pues ver a nuestros sacerdotes a la cabeza de la lucha por la defensa de esos Principios y Valores, que no son más que Virtudes cristianas de todos conocidas.
- Quizá los mejores resultados de AES estén fuera del propio proceso electoral, en el activismo social, como las campañas de recogida de firmas, las manifestaciones, las acciones ante los tribunales, etc. ¿Qué han conseguido en ese ámbito?
El mejor activo de AES es nuestro equipo humano, el compromiso de nuestros militantes y simpatizantes es admirable. Yo, muchas veces, me avergüenzo de no estar a la altura de los acontecimientos. He visto cómo en la calle han aguantado la burla y la humillación, no sólo de aquellos que la lógica nos llevaría a entenderlo, sino también de los que supuestamente deberían agradecer el esfuerzo que estamos haciendo.
Si la gente llegará a conocer a nuestros militantes y simpatizantes, si conocieran su calidad humana y su cualificación, entenderían que AES sí es una opción posible, que el bien posible es, en definitiva, el voto útil.
Pero no olvidemos que AES sí ha tenido sus éxitos. Pequeños éxitos, pero el inicio de futuros grandes éxitos. Hoy somos el único partido que, defendiendo esos Principios a los que nos hemos referido, tenemos representación en Ayuntamientos tanto de Castilla la Mancha como de Castilla y Leon, Cantabria y, de la mano de nuestro socio navarro Derecha Navarra y Española, en Navarra.
- Actualmente, están recogiendo firmas para someter a Referéndum el Estado de las Autonomías. ¿Qué les gustaría crear en su lugar?
Nosotros creemos que una descentralización del Estado que no atente contra la cohesión y la solidaridad entre las diversas regiones de España y su unidad es positiva. Toda vez que es la mejor forma de optimizar recursos humanos y económicos y ser próximos al administrado. Y es precisamente esa proximidad la que nosotros defendemos, dando a los ayuntamientos y las provincias un papel relevante.
Muy distinto es el tema autonómico, verdadera quiebra económica y de la unidad de España.
- ¿Cuáles son las grandes propuestas de AES en el terreno económico, en este tiempo de crisis?
La primera medida, de la que nadie quiere hablar, de la que los dos grandes partidos huyen, es el fin de las Autonomías. El principal motivo de la actual situación es la deuda acumulada por las autonomías, a la que hay que sumar la quiebra de las cajas de ahorro en manos también de las Autonomías. España se está financiando a un precio carísimo, por mucho que baje la prima de riesgo, que sólo tiene razón de ser en la incapacidad de pago por parte de los diversos gobiernos autonómicos. El capricho de los políticos, de mantener sus «cortijos» nos está poniendo en una situación de inviabilidad que vamos a pagar muy caro. Piense usted que si España no acumulara la deuda que tiene por razón del capricho de las Autonomías la situación actual no sería la misma. Es más, estoy seguro que no existiría tal situación. Desde AES estamos promoviendo una recogida de firmas para pedir un referéndum sobre las Autonomías.
De otra parte, tenemos que recuperar la soberanía en cuanto a decisiones económicas que hoy nos tiene secuestrada Bruselas. Debemos poder fomentar lo que nos es propio, el sector primario, agricultura, pesca, ganadería y todas las industrias de transformación de estos bienes. Debemos tener la capacidad de poder decidir sobre nuestro sector financiero, con las peculiaridades propias de nuestra nación. Tenemos que fomentar el apoyo a las Pymes y Autónomos. Esos que generaron el tejido industrial y de servicios en España. Los que promovieron las clases medias, que conducen a la estabilidad de un país. Debemos ayudar a la empresa familiar. Debemos cambiar la cultura de servicios por la industrial, mucho más recurrente. Debemos volver al equilibrio que antes había en el PIB entre servicios e industria y por supuesto promocionar y apoyar el I+D+I español, que es reconocido en el mundo como de los mejores.
Las fórmulas para aplicar todos estos conceptos están desarrolladas en nuestros programas electorales, donde tratamos todos los temas, desde la sanidad hasta la educación, pasando por el urbanismo, la política fiscal de discriminación positiva a favor de las familias numerosas y los emprendedores españoles.
- ¿En qué medida sigue AES los principios de la Doctrina Social de la Iglesia?
En toda medida, no podría ser de otra forma. La gente es absolutamente desconocedora de lo rica que es la Doctrina Social de la Iglesia. Yo invito a que cualquiera profundice en ella y verá como encuentra solución a la mayoría, por no decir todos, de los problemas actuales. El problema es que los custodios de la misma en poco se refieren a ella.
Para nosotros, no hay duda de que el origen de la crisis que vivimos es la crisis de valores y solo blindando en la sociedad principios como la honestidad, solidaridad, esfuerzo, caridad, acrisolados por la responsabilidad social del Estado bajo el principio de suplencia (subsidiariedad), como lo llamaba Juan Pablo II, podremos salir de esta situación. El gran error del PP y sus comunicadores es confundir libre mercado y promoción de la iniciativa privada, lo que nosotros apoyamos, con ultraliberalismo antisolidario y anticristiano, devastador de la protección a los más débiles. Nunca olvidaré la frase de un periodista que presume de liberal: «A lo que debemos aspirar es a que cada uno administre sus bienes». Lo olvidaba ese comunicador es que hay muchos que, por desgracia, nada tienen que administrar. Y es a esos a los que estamos obligados a ayudar.
- ¿Qué opina sobre la nueva ley del aborto que prepara Gallardón? ¿Cree que constituirá una mejora significativa sobre el marco legal actual?
No hay más documento que hacer que el decreto de derogación de cualquier ley que, de una u otra forma reconozca la licitud del aborto. Piense usted que si el PP acepta en alguna forma el aborto, sea cual sea el supuesto, el aborto adquirirá carta de naturaleza definitiva en España, ya que tanto el PP como el PSOE lo han aceptado. La vuelta atrás sería imposible.
La discusión no debe ser sobre si se puede hacer una ley del aborto mejor. La discusión es vida sí o vida no. Para nosotros no existe otra opción más que derogarla. En este tema no existen componendas, no existen campos intermedios, no existen colores grises o matices. O se está a favor de la vida o se está con la cultura de la muerte, »…o estáis Conmigo o contra Mí». Cualquier justificación o defensa de esta nueva ley, como he oído a algunos líderes de movimientos provida, escandaliza. EL PP tiene mayoría absoluta, sus bases están mayoritariamente de acuerdo. Lo puede hacer. Lleva 15 meses de retraso, tiene la responsabilidad de 200.000 niños asesinados y eso con el agravante de que, en este gobierno, hay ministros afectos a movimientos religiosos que merecen todo mi respeto.
- La relación de AES con movimientos y plataformas cívicas como HazteOír, Profesionales por la Ética, Derecho a Vivir, etc. no siempre ha sido fácil. ¿Cuáles han sido hasta ahora los puntos de colaboración y los desencuentros?
Lo primero que he de decir es que su capacidad de convocatoria es magnífica. No obstante creo que la pregunta se la debía hacer a los responsables de esas organizaciones, concretamente a los de HO. No encontrará usted ninguna crítica a dicha organización en nuestros medios oficiales; no se puede decir lo mismo de los suyos. Ello no quiere decir que a nosotros no nos preocupen determinados comentarios que afectan a la referida organización, algunos de las cuales ya están judicializados. Esperemos a que los tribunales se pronuncien.
Hace cinco o seis años (no recuerdo exactamente) me reuní a comer con el Sr. Arsuaga y con quien en ese momento era su segundo Sr. Garcia Julia (hoy ya no está). Allí expuse mi punto de vista e intenté contrastar mis informaciones sobre el origen de la organización, y sobre los referidos asuntos actualmente judicializados. Por último, formulé determinadas preguntas que hoy siguen sin respuesta. Alguna tecla toqué que no debió de dar el tono correcto. A partir de ese momento, la hostilidad fue en aumento.
- ¿Qué podría hacerse para que mejorase esa relación?
Desde la transparencia e independencia seria todo muy fácil. Como ya he dicho, nosotros estamos abiertos a colaborar con todos aquellos grupos y movimientos que actúen con rectitud de intenciones y persigan la defensa de la vida y la familia. Parece, sin embargo, que con el PSOE en el poder se movilizaban más que con el PP, cuando en realidad lo que está ocurriendo es exactamente lo mismo.