(Agencias/LD/InfoCatólica) El explosivo, muy rudimentario, contenía 200 gramos de pólvora, un kilo de tornillos, una bombona de cámping gas y un reloj despertador.
Según han informado fuentes policiales a Libertad Digital, el artefacto estaba en una bolsa de basura junto al confesionario y al observar el objeto sospechoso, el canónigo responsable decidió llamar a la Policía. Por su parte, fuentes de la Archidiócesis de Madrid decidieron desalojar el templo de fieles y turistas que en esos momentos se encontraban en su interior.
Los Tedax han acudido a la iglesia y han encontrado el artefacto junto a los confesionarios, en el interior de una bolsa de basura, y al abrirlo han hallado un despertador unido a una bombona de butano, los tornillos y la pólvora, según la Jefatura.
Los expertos en desactivación de explosivos han determinado que se trataba de un artefacto rudimentario pero «real», con capacidad para ser utilizado como explosivo, y lo han desactivado.
La Policía Nacional ha acordonado los alrededores del templo para impedir a feligreses, turistas y curiosos que se acercasen, aunque a las cuatro de la tarde ese cordón ya se había levantado.
La catedral de La Almudena ha permanecido cerrada al público hasta pasadas las cuatro de la tarde, mientras la Policía tomaba muestras en el interior. Su cierre temporal ha sorprendido a varios grupos de turistas que habían llegado en las dos últimas horas al templo con la intención de visitarlo.
Sospechosos
La Policía Nacional sospecha que la bomba ha sido colocado posiblemente por un grupo antisistema. Otra línea de investigación,según la agencia Efe, es que pudiera tratarse de una acción unilateral llevada a cabo por una persona desequilibrada.