(Efe) El sacerdote Mejía Palomino estaba adscrito a la diócesis de Pereira, capital del vecino departamento de Risaralda. El 16 de enero, en Buga, departamento del Valle del Cauca, fue asesinado, también en su vivienda, el sacerdote José Francisco Vélez Echeverry, caso por el que ya hay un detenido. El sábado pasado fue tiroteado en Ocaña, Norte de Santander, el clérigo Luis Alfredo Suárez.
El presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, cardenal Rubén Salazar, dijo ayer que 83 sacerdotes, cinco religiosas, tres religiosos, tres seminaristas, un arzobispo y un obispo han sido asesinados en Colombia desde 1984.
«Desafortunadamente nosotros como Iglesia no escapamos de la situación de violencia que vive el país, si todos los días hay tantos muertos sería casi imposible que dentro de ellos no cayera un sacerdote», dijo el cardenal y arzobispo de Bogotá.