(Efe) El juez le impuso el lunes pasado una pena de entre dos meses y un año de cárcel, aunque el activista de 41 años aseguró que apelará la sentencia en el Tribunal Supremo. «Yo puedo simpatizar con la posición de Celdran, pero no estamos de acuerdo con la metodología que utilizó durante la misa», precisó el presidente, quien agregó que debe leer la sentencia antes de decidir si se vulneró su derecho a la libertad de expresión.
«Por supuesto, la Constitución protege la libertad de expresión, pero nuestros derechos tienen limitaciones sobre lo que podemos decir y dónde podemos decirlo», afirmó Aquino.
Celdran, también artista y bloguero, fue juzgado por entrar en la catedral de Manila el 30 de septiembre de 2010 con un cartel en el que se leía «Dámaso», en referencia al ultraconservador sacerdote durante la época colonial filipina en la novela «Noli me tangere» de José Rizal. Celdran, que iba disfrazado como Rizal con una levita y un sombrero negros, quería protestar por la oposición de la Iglesia católica a la propuesta de ley de planificación familiar, principalmente debido a la inclusión de preservativos y píldoras anticonceptivas en los programas.
La ley fue aprobada finalmente en el Parlamento el mes pasado con el apoyo del Gobierno de Aquino. El activista y escritor filipino se hizo popular por los tour que organizaba por el centro histórico de Manila y a las zonas de chabolas, donde repartía preservativos que sacaba de su sombrero negro.
La Conferencia Episcopal de Filipinas señaló que ya ha perdonado a Celdran por su «ofensa», pero no pedirá que se revise el artículo 133 del Código Penal que castiga las ofensas contra los sentimientos religiosos.