(Agencias/InfoCatólica) Sin embargo, reconoció que «exactamente» no saben «cómo va funcionar, en qué va consistir» la segunda fase de la «tregua» entre pandillas, que se va implementar de forma inicial en Sonsonate (occidente), Quezaltepeque (centro), Ilopango y Santa Tecla, estos últimos ubicados cerca de San Salvador. Mons. Escobar indicó que desconoce «si estos lugares van estar exentos de la ley», al tiempo que destacó que «nadie puede vivir al margen de la ley (...) todos somos sujetos de la ley».
Al principio, los mediadores de la tregua, Mons. Colindres, arzobispo castrense y el exdiputado del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) Raúl Mijango, propusieron crear «municipios santuarios», donde los pandilleros podrían circular libremente sin que la policía los pudiera detener. Actualmente se les denomina «municipios libre de violencia» y las autoridades gubernamentales no han precisado en qué van a consistir concretamente.
Las cinco pandillas que integran este armisticio (Barrio 18,Mara Salvatrucha, Mao-Mao, Máquina y Mirada Locos) expresaron ayer su «voluntad» de abandonar «toda actividad delictiva» en los cuatro municipios donde iniciará la segunda fase y que luego se extenderá a unos 18 municipios, aunque la intención es que sea a nivel nacional, dijo a Efe el pandillero Borromeo Enrique Henriquez.
También señalaron que están «trabajando intensamente» en una campaña de retirada del armamento que se encuentra en manos de sus estructuras en los 18 municipios. El pandillero Dionisio Umanzor explicó el sábado que en los municipios donde se realizará la segunda fase de la «tregua» los pandilleros podrán circular con sus familias sin temor a ser agredidos.
Henriquez dijo a Efe que ese sería el inicio, pero que la intención es «erradicar todo tipo de violencia» en esos municipios, pero que eso «va a caminar conforme al dinamismo que le vayan poniendo los alcaldes, las autoridades». Todo depende de la creación de «oportunidades legales para que se abandone el mundo ilegal», agregó.
La «tregua» iniciada el 9 de marzo por la MS y la 18, y a la que se sumaron la Mao Mao, Máquina y Mirada Locos, ha logrado disminuir los homicidios en un 54,4 % desde marzo pasado que comenzó a ejecutarse, dijo recientemente el presidente del país, Mauricio Funes.