(EP) No obstante, ha subrayado que «tampoco se puede permitir que se promueva la homosexualidad como si fuera algo bueno», optando así por una posición neutral respecto al debate parlamentario, según ha informado la cadena británica BBC.
El mandatario ha argumentado que en Uganda las conductas sexuales, independientemente de cuáles sean, deben quedar en la esfera privada. «He estado 39 años casado y nunca he besado a mi mujer en público ni delante de mis hijos», ha revelado.
Los legisladores ugandeses discuten el borrador de la Ley Antihomosexual, que permite que las personas con dicha orientación sexual puedan ser perseguidas, detenidas, procesadas y condenadas, incluso a muerte.
El borrador ha suscitado una oleada de críticas a nivel nacional e internacional que ha llevado a la sede legislativa a modificar el proyecto de ley para eliminar la posibilidad de que los homosexuales sean condenados a muerte.
Si bien, el objetivo prioritario del borrador sigue siendo perseguir las conductas homosexuales, por lo que todavía las califica de ilegales y, además, prohíbe promover los derechos de la comunidad homosexual.