(InfoCatólica/El Tiempo) La drástica determinación tiene que ver con la columna publicada el 24 de noviembre, titulada 'La infancia de Jesús', en la que aseguró que María concibió a Jesús tras mantener relaciones sexuales con José, lo cual niega el dogma católico sobre la Encarnación y la perpetua virginidad de la Madre de Dios.
Sus declaraciones causaron escándalo en diferentes sectores de la Iglesia Católica. Mons.José Daniel Falla, secretario general de la Conferencia Episcopal Colombiana, aseguró que «el padre Llano ha perdido el horizonte y dejado de lado la fe que se pregona en la Iglesia desde sus inicios, al negar la virginidad de María», y pidió a superiores que lo llamaran al orden.
En el mismo sentido se pronunció el obispo de Líbano-Honda, Mons. José Miguel Gómez, quien aseguró que «como Obispo de la Iglesia Católica, muy consciente de mi misión, aunque no soy portavoz de la Conferencia Episcopal de Colombia, quisiera que todos los lectores de la columna de El Tiempo sepan que la opinión que el P. Llano da en ese desafortunado artículo es una opinión que no es doctrina católica».
Mons. Gómez recordó que el P. Llano tiene dos vínculos con autoridades eclesiásticas, a las que tiene que responder por sus escritos, el Arzobispo de Bogotá, Cardenal Rubén Salazar, y «la segunda autoridad corresponde a su carácter de religioso, y por medio de la cual entra en vinculación de una comunidad de hermanos enorme en todo el mundo, en su provincial en Colombia y un padre general en Roma».
«Ellos dos son autoridades para evaluar los escritos, las posturas, las doctrinas y llamarlo fraternalmente al orden», indicó. El prelado explicó que no sólo él, sino que «hay varios católicos, no necesariamente obispos, algunos jesuitas también, han pedido al padre provincial (de la Compañía de Jesús) una intervención positiva para que esta clase de propuestas termine, y para que no se desoriente más a los fieles de Colombia».
El P. Llano pide disculpas
En su último artículo publicado en El Tiempo, el sacerdote jesuita reconoce que no estuvo acertado:
Confieso que mi artículo sobre la Infancia de Jesús, del domingo 25 de noviembre, no fue afortunado. Presento a los lectores ofendidos y desconcertados mis sinceras disculpas por traer a mi columna discusiones y puntos de vista de teólogos que más ofuscan los ánimos que ayudan a vivir la vida de fe con seguridad y paz.
Dejando los temas delicados para discusiones entre teólogos, me quiero limitar hoy a presentar la doctrina de la Iglesia y del pueblo de Dios sobre la Virgen María para despejar las dudas y confusiones creadas con mi artículo y así calmar los ánimos, inútilmente exaltados.
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