(SuMedico/Notimex) El estudio multinacional considera que esa sobreestimación fue debido a las discrepancias entre los datos empleados por la organización no gubernamental IPAS-México y las cifras oficiales de observados, así como a un uso inadecuado de los códigos de la clasificación internacional de enfermedades.
Los investigadores que firman el estudio laboran en la Universidad de Virginia del Oeste, de Estados Unidos; la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP), de México; la Universidad de Chile y el Instituto de Epidemiología Molecular de la Universidad Católica de la Santísima Concepción, de Chile. Sus conclusiones indican que la asociación civil IPAS-México sobreestimó en 35%, durante las dos últimas décadas, los índices de mortalidad materna y por aborto en este país.
La investigación también fue destacada hoy en el portal de internet de la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia (AAAS por sus siglas en inglés) con el encabezado: “Sobreestimación de las muertes por aborto en México obstaculiza los esfuerzos para reducir la mortalidad materna”.
IPAS-México es una filial de la asociación sin fines de lucro IPAS, donde se agrupan médicos, enfermeras e investigadores de salud que busca acabar con las muertes y minusvalías provocadas por abortos mal practicados. Tiene programas de educación para prevención de embarazos no deseados y, en el contexto jurídico y político, defiende el derecho de las mujeres a tomar decisiones en torno a su salud, incluyendo la posibilidad de decidir practicarse un aborto en condiciones de salubridad adecuadas.
El texto del estudio conjunto de Estados Unidos, México y Chile, indica que México presentó una reducción del 82.7% en muertes maternas entre los años 1957 y 2010, periodo en el que el número de muertes maternas por nacimiento se redujo de 216.6 a 37.5 por cada 100 mil embarazadas. El estudio también señala que la última gran reducción de las estadísticas de muerte materna ocurrió entre 1990 y 2010, cuando el índice de muertes disminuyó 30.6 %.
“Estos estudios directamente contradicen las cifras recientemente reportadas por investigadores de IPAS-México, quienes no solamente erraron al no detectar progresos significativos en la salud materna desde 1990; además sobreestimaron sustancialmente las tasas de mortalidad materna en México”, indicó Elard Koch, epidemiólogo chileno que encabezó la investigación.
Errores de bulto en la asignación de las causas de muerte maternal
El grupo de investigación reanalizó las estadísticas disponibles sobre causas oficiales de muerte materna en México, empleando la Clasificación Internacional de Enfermedades (ICD por sus siglas en inglés). Este es el instrumento de clasificación avalado por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
También se revisaron las cifras de nacimientos observados cada año. Además, los investigadores compararon directamente los datos obtenidos con los estudios realizados por IPAS-México, detectaron que las discrepancias con este último fueron debido a errores en el numerador y el denominador de tasas materna, así como el uso inadecuado de los códigos ICD para causas de muerte.
“Por ejemplo, los nueve códigos relacionados con la muerte con resultado fallido son a menudo agrupados como si fueran asociados al aborto ilegal. Esto es claramente inadecuado ya que un embarazo ectópico, aborto espontáneo, productos anormales de la concepción y el aborto médico fueron relacionados con aborto ilegal”, explicó Byron Calhoun, especialista en Obstetricia y Ginecología de la Universidad de West Virginia-Charleston y coautor del estudio.
El estudio también muestra que la mortalidad del aborto en el país entero ha disminuido hasta el punto que aproximadamente 98 del total de muertes maternas son relacionados con hemorragia durante el parto, hipertensión arterial y eclampsia, causas indirectas y otras condiciones patológicas.
Koch explicó que “teniendo en cuenta las cifras bajas de muertes de aborto en México y anteriores resultados observados en el experimento natural chileno, publicado en mayo de este año en PLoS ONE (Biblioteca científica de libre acceso), es muy improbable que los cambios en la situación jurídica del aborto pueden suscitar efectos significativos para disminuir la mortalidad materna en los países de América Latina”.
Las cifras del Instituto Guttmacher tampoco responden a la realidad
El grupo de investigación comparó las estimaciones reportadas por el Instituto Guttmacher, de Estados Unidos, y los datos reportados por el Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE), el cual mantiene la vigilancia epidemiológica en materia de aborto en el Distrito Federal desde su despenalización en 2007.
“Durante 2009, el número de abortos inducidos en la capital del país fue de 12,221, lo cual contradice directamente la cifra de 122,135 abortos inducidos estimada por el Instituto Guttmacher para el mismo año, lo que resulta una sobreestimación cercana a 1,000%”, indicó Elard Koch, médico chileno, quien encabeza la investigación.
En opinión de los investigadores la diferencia en las cifras se debe probablemente “a la naturaleza subjetiva y potencialmente sesgada de las encuestas de opinión, las cuales han estimado cifras tan elevadas como un millón 24,424 abortos inducidos por año para México”.