(Journal de Montreal/InfoCatólica) El colegio Loyola pidió en 2008 al ministerio de Educación quedar exento de enseñar la nueva asignatura de Ética y cultura religiosa, señalando que el nuevo programa era contrario a algunos de los valores propios del colegio. Así pues, propuso un programa alternativo que permitiera a los alumnos aprender “de forma más profunda la ética católica”. La Ministra rechazó la petición porque, en el programa alternativo, la ética y la historia de las religiones se enseñaban desde una perspectiva católica, en lugar de “neutra”.
En 2010, el Tribunal Superior consideró que la Ministra debería haber tenido en cuenta el carácter católico de Loyola y que la decisión ministerial era contraria a la libertad religiosa. Dicha decisión ponía al colegio en un dilema, obligándolo a elegir entre las creencias católicas y la enseñanza del nuevo programa de la asignatura.
Para el juez Jacques Fournier del Tribunal de Apelación, sin embargo, «la decisión de la ministra es razonable y no vulnera un derecho protegido». Al anular la sentencia del Tribunal Superior favorable al colegio, el juez considera que la vulneración de las creencias religiosas de Loyola, si es que existe, es «imperceptible, porque sólo se trata de un curso entre muchos. No se pide a la institución que niegue los preceptos de la religión católica, sino que se abstenga de expresar su opinión o sus convicciones».