(Carlos Fresneda/El Mundo) La aprobación requiere sin embargo un voto de dos tercios no sólo entre los obispos, también entre los clérigos y los «laicos» que componen las tres «cámaras» que representan a los 77 millones de fieles.
Justin Welby, el ex ejecutivo del petróleo de 56 años que sintió la «llamada de Dios», pondrá hoy en práctica todas sus dotes de persuasión y reconciliación que le han llevado ante el puesto más alto de la Iglesia Anglicana. El arzobispo hará una llamada a la unidad en la abadía de Westminster y pedirá que se eviten los enfrentamientos verbales de 1992 con motivo de la ordenación de mujeres sacerdotes: «Quiero que la iglesia sea un lugar donde podamos disentir en paz».
La jamaicana Rose Hudson-Wilkin, la primera capellán negra de la Cámara de los Comunes, figura en la lista de aspirantes a la primera mujer obispo, junto a la decana de la catedral de Salisbury June Osborne, la decana de York Vivienne Faull y la sacerdote de la abadía de Westminster Jane Hedges.
Los partidarios y partidarias de la ordenación de mujeres obispo han lanzado una ofensiva en redes sociales con la campaña 'Yes 2 Women Bishops', con la intención de vencer las resistencias de última hora que han ganado inusitada fuerza entre los laicos. El grupo tradicionalista Forward in Faith ha lanzado un contraataque y ha acusado directamente al «movimiento feminista» de tergiversar el debate y convertir el «no» a las mujeres obispo como un rechazo de la igualdad.