(Fides) Según fuentes de Fides, en la actualidad, más de 80 personas permanecen dispersas en varios edificios, porque no han querido abandonar sus hogares, a pesar del alto riesgo. Veinte cristianos viven cerca del convento de los jesuitas de Al Moukhalless, donde sólo queda un jesuita.
El grupo está viviendo en «solidaridad, espíritu de fraternidad y compartiendo el pan». Según informan a la Agencia Fides algunos miembros del grupo (como un farmacéutico) la situación sanitaria es grave: los cadáveres enterrados bajo los escombros, el polvo y la suciedad, los animales callejeros, han producido infecciones visibles tanto en los animales como en las personas, con un alto riesgo de que en la ciudad se desate una plaga de peste.
En los últimos días, un equipo de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, después de varias negociaciones con las partes en conflicto, han podido entrar en la ciudad vieja de Homs, para llevar ayuda alimentaria y medicamentos. Las dos organizaciones humanitarias han expresado su gran preocupación por las condiciones en las que se encuentran los civiles.
En declaraciones a la Agencia Fides, Rabab Al-Rifai, del equipo de la Cruz Roja en Siria, explica: «Nuestra visita a Homs ha sido la primera autorizada a una delegación humanitaria después de varios meses. Ha durado solo unas horas, pero hemos podido ver heridos, enfermos y ancianos en estado de extrema necesidad. Hemos entregado ayudas y botiquines médicos para unos cien civiles en el barrio de Hamidiye, pero no nos ha sido posible realizar exámenes médicos más precisos y detallados. Es evidente que con el pasar del tiempo la emergencia humanitaria se va agravando».
De los 33 distritos administrativos en los que se divide la ciudad de Homs, están bajo control de los rebeldes del Ejercito Sirio Libre y son zonas de zonas de combate los barrios de Khalydye, Bustan Diwan, Hamidiye, Salibi, Warcheh, Bab Houd, Bab Dreib, Jouret Shiyah. En las demás zonas de ciudad la vida lentamente comienza a regresar a la normalidad.