(Manos Unidas) Soledad Suárez Míguelez nació en Madrid en diciembre de 1950. Está casada, es madre de 4 hijos y tiene 6 nietos. Estudió en el Colegio del Sagrado Corazón de Jesús, licenciándose en Farmacia en la Universidad Complutense, de la que ha sido profesora de Fisiología Vegetal.
Ha sido Directora Técnica Propietaria de una Oficina de Farmacia, con especial dedicación al tema de drogodependencias.
Voluntaria de Manos Unidas desde Marzo del 2005, desde Septiembre de 2009 es su Vicepresidenta y desde septiembre de 2007, responsable del Área de Educación para el Desarrollo en los Servicios Centrales en Madrid.
La principal preocupación de la nueva presidenta de Manos Unidas, se centra, en los momentos difíciles que viven en los países del Sur a los que les está afectando mucho nuestra crisis y muestra su inquietud porque ésta no llegue a hacernos olvidar a quienes viven en crisis permanente, que son los más perjudicados por esta situación.
Soledad ha recordado que la cooperación al desarrollo esta siendo la mayor perjudicada por los recortes públicos, y que los efectos de estos recortes afectan a la misma vida de los seres humanos. Por ello ha asegurado que «Manos Unidas va a seguir trabajando en la denuncia de las estructuras injustas, que favorecen la discriminación que lleva a millones de seres humanos a vivir en la pobreza extrema y el hambre». Porque, no es precisamente ahora, el «momento de tirar la toalla».
«Hoy, cuando todo parece estar en contra, parece una buena ocasión de poner cara a los millones de personas que por la lejanía, no aparecen ante nuestros ojos». Manos Unidas no va a cejar en su empeño de borrar las fronteras del hambre, invitándonos a todos a que vivamos con solidaridad y justicia a través de un consumo más racional para conseguir un mundo más equilibrado, justo y sostenible. «Esto no es una cuestión de países, de fronteras, de quienes viven en el Norte y quienes lo hacen en el Sur, esto es simplemente una cuestión de voluntad y, sobre todo, de acción y compromiso. Lo que no están haciendo las Administraciones hagámoslo cada uno de nosotros ». Y a ello, ha afirmado, «comprometo mi trabajo de los próximos años».
Su nombramiento como nueva presidenta de Manos Unidas, se hará efectivo una vez sea confirmado por la Conferencia Episcopal Española (CEE).
La Asamblea de Manos Unidas no ha querido dejar pasar la oportunidad de reconocer y manifestar el agradecimiento a Myriam García Abrisqueta, por su responsabilidad y entrega. «Te manifestamos nuestro agradecimiento (Myriam) por tu dedicación, compromiso y desvelos; por una labor que con tanto acierto has sabido desempeñar».